Nervios en el estómago: qué son, síntomas, cómo controlarlos
Los conflictos, preocupaciones y responsabilidades del día a día, pueden generarnos ciertos niveles de estrés y ansiedad que pueden manifestarse de maneras muy diferentes y curiosas. Una de ellas es mediante nervios en el estómago.
Tradicionalmente se ha dicho que nuestro estómago es nuestro segundo cerebro debido a la gran cantidad de neuronas ligadas a nuestro sistema digestivo, por lo que resulta lógico pensar que una sobrecarga de preocupaciones y emociones negativas acabe por manifestarse mediante este tipo de dolores abdominales.
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¿Qué son los nervios en el estómago?
Las ansiedades y preocupaciones diarias pueden llegar a reflejarse en forma de síntomas físicos. Uno de estos síntomas son los nervios del estómago. Los estados de ansiedad o las vivencias con una carga emocional muy elevada pueden ocasionar molestias en la zona popularmente llamada “boca del estómago”.
Este dolor puede llegar punzante y altamente molesto, provocando un malestar general que cuesta mucho hacer desaparecer. Debido a que suponen un verdadero fastidio, es muy importante conocer qué pensamientos y situaciones los provocan, así como aprender a gestionarlas en los casos en que aparezcan continuamente.
¿Cuál es la causa?
Tal y como mencionábamos anteriormente, los estados de ansiedad y estrés elevado son el principal motivo que provoca la aparición de estos nervios en el estómago. Estos estados de alteraciones emocional son factores causados por preocupaciones, inquietudes y nervios que tienen su origen en nuestra cognición. Es decir, en nuestro pensamientos y en la manera que tenemos de afrontar las situaciones o problemas.
Los síntomas cognitivos de la ansiedad suelen manifestarse en forma de pensamientos e ideas intrusivas, preocupaciones constantes y sentimientos de angustia. Con el tiempo, estos pensamientos pueden llegar a interferir seriamente en nuestro estado de ánimo puesto que se convierten en el único foco de atención de nuestra mente.
Además, estos pensamientos no solo actúan en nuestra mente o estado de ánimo, si no que, si no los ponemos solución, pueden llegar a afectarnos físicamente mediante un proceso llamado somatización.
La somatización es la capacidad inconsciente de convertir los síntomas o trastornos psicológicos en síntomas orgánicos y funcionales. Es decir, en síntomas físicos. Mediante este proceso podemos observar cómo nuestra mente y nuestro están estrechamente unidos y que un malestar o alteración grave en uno se manifestará irremediablemente en el otro.
En el caso concreto de los nervios en el estómago, cuando estos estados de ansiedad y estrés se convierten en emociones, estas suelen provocar los síntomas físicos propios de esta alteración: los dolores y molestias estomacales.
¿En qué situaciones aparecen?
No existe una situaciones o vivencia concreta que haga aflorar este malestar, sino que son varias las circunstancias que pueden dar pie a los nervios en el estómago.
1. Como respuesta a un estímulo específico
A lo largo de nuestra vida tendremos que hacer frentes a diferentes situaciones concretas en la que los nervios y el estrés pueden jugarnos malas pasadas. Épocas de exámenes, entrevistas de trabajo o el momento previo a la entrega de unos resultados médicos, son situaciones en las que la aparición de nervios en el estómago es considerado como algo perfectamente normal.
En estas situaciones nuestro cuerpo se activa en respuesta a un estímulo que nos inquieta. Sin embargo este dolor provocado por los nervios en el estómago desaparecerá tan pronto como acabe o desaparezca la situación temida.
2. Estados de ansiedad y estrés crónicos
Los nervios en el estómago más perturbadores e incapacitantes son aquellos que están provocados por los estados de ansiedad y estrés crónicos.
Cuando las emociones negativas se instalan de manera permanente y aparecen los nervios en el estómago, las molestias estomacales no desaparecen, por lo que es de vital importancia llevar a cabo acciones que mejoren nuestro estado de salud psicológica y así, eliminar también las molestias físicas asociadas.
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7 pautas para aliviar este malestar
Por suerte, hasta en los casos más incapacitantes de nervios en el estómago, existen acciones que la persona puede llevar a cabo para aliviarlos o, incluso, para eliminarlos por completo.
A continuación encontrarás varias sugerencias para calmar o eliminar los nervios en el estómago.
1. Intentar controlar la ansiedad
Ya se ha dejado claro en numerosas ocasiones que la primera y principal causa de los nervios en el estómago son los estados de ansiedad y estrés, causados por preocupaciones constantes en relación con cualquier tema.
Por eso mismo, uno de los primeros pasos a realizar es intentar detectar cuáles son los pensamientos y preocupaciones que generan estos estados negativos para, a continuación, intentar modificarlos o poner solución a estos.
Dado que ,en los casos en los que la ansiedad se haya cronificado, puede ser realmente complicado realizar este trabajo mental por uno mismo; es altamente recomendable acudir a un especialista en salud mental que nos ayude en esta labor.
2. Evitar el estrés del día a día
Aunque parezca más fácil del decir que de hacer, una buena organización de la jornada puede ayudarnos priorizar lo importante y a dejarnos tiempo libre para relajarnos y evadirnos. De esta manera pasaremos los días mucho más relajados, con una vida más tranquila y las exigencias diarias nos desgastaran en menor medida.
3. Ejercicios de respiración y relajación
Dado que nuestro objetivo es llevar una ritmo de vida mucho más calmado y tranquilo, aprender a respirar correctamente y a relajarnos nos puede ser de gran ayuda.
Realizar respiraciones abdominales, utilizando los músculos situados en la zona de la tripa nos ayudará a oxigenarse de mejor manera y a sentirnos relajados durante el día.
De la misma manera, en ocasiones en las que la ansiedad o el estrés comiencen a superarnos, realizar ejercicios de relajación en ambientes calmados y mediante respiraciones pausadas y profundas también nos resultará altamente eficaz a la hora de disminuir los niveles de activación de nuestro organismo.
4. Controlar qué comemos
Los alimentos altamente calóricos, el exceso de carbohidratos y los alimentos y bebidas estimulantes solamente pueden agravar más nuestro estado de malestar y nuestro dolor gástrico.
Por lo que, tanto el momentos en los que nos afecten los nervios en el estómago, como a lo largo de nuestra vida, es de vital importancia mantener una dieta variada y equilibrada, que nos ayude a realizar digestiones ligeras y a no forzar nuestro sistema gastrointestinal.
5. Realizar ejercicio físico relajante
Existen numerosas disciplinar de ejercicio físico como el yoga o el pilates que, además de poseer innumerables beneficios físicos, nos ayudarán a mantenernos en un estado mental calmado y relajado.
Mediante estos ejercicios podremos aliviar tanto la tensión física como mental y nos ayudarán a mejorar en muchos de los aspectos de nuestra vida. Realizando unos sencillos ejercicios notaremos rápidamente como esta tensión disminuye y los nervios del estómago se alivian e incluso desaparecen.
6. Actividades placenteras
Si lo nuestro no es el ejercicio físico, podemos dedicar un espacio de tiempo cada día a realizar actividades que nos gusten, nos relajen y nos resulten placenteras. La pintura, las manualidades o la lectura pueden ayudarnos a desconectar.
De la misma manera, las actividades al aire libre también pueden resultar altamente beneficiosas a la hora de reducir los niveles de estrés.
7. Bebidas e infusiones relajantes
En el caso de que el dolor asociado a los nervios del estómago ya haya hecho su aparición, existen multitud de remedios naturales en forma de tisanas e infusiones que nos puede ayudar a disminuir la intensidad de estas molestias. Algunas de estas infusiones son:
- Manzanilla.
- Pasiflora.
- Melisa.
- Anís.
- Clavo.
- Tila y menta.
- Hipérico o planta de San Juan.
- Infusión de valeriana.