Asesinos en serie sádicos: 4 casos espeluznantes
Antes de empezar… ¿de dónde proviene la palabra “sadismo”?
Sadismo: definiendo el concepto
El término sadismo (como sinónimo de crueldad) surgió con el caso de Donatien Alphonse François, más como conocido el “Marqués de Sade”, un parisino nacido en 1740. El marqués de Sade fue encarcelado debido a su escandalosa vida, que estuvo repleta de incidentes con prostitutas en los que se reportaron multitiud de actos violentos y sodomía. Después de muchos encarcelamientos y sucesivas puestas en libertad, finalmente fue trasladado a la famosa cárcel de la Bastilla. Interno y con pocas posibilidades de salir en libertad, escribió todas sus polémicas obras. Finalmente, el marqués de Sade consiguió escapar de la cárcel debido a la revolución, pero sus últimos años los pasó en un psiquiátrico de Charenton.
Entre sus obras más famosas encontramos “Los 120 días de Sodoma” (1784), “Justine” (1791), “La Filosofía En El Tocador” (1795) y “Juliette” (1797), escritos que fueron censurados durante muchísimos años debido a su alto y explícito contenido de violencia extrema y violaciones. Aquí les dejamos el link de la adaptación filmográfica de una de ellas.
Así pues, el caso del marqués de Sade fue uno de los más paradigmáticos en el estudio del sadismo y la psicología del asesino serial, y fue útil para establecer las bases de lo que en un futuro conoceríamos como Psicología criminal.
El perfil sádico en el asesino en serie
En cuanto a los distintos perfiles psicológicos del asesino en serie, podemos encontrar todo tipo de personalidades y motivos por los cuales realizan sus crímenes.
Existen algunos asesinos en serie que cometen crímenes por sus ansias de sentirse poderosos, otros que se perciben a sí mismos como una especie de “justicieros”. En otros casos, las causas psicológicas pueden deberse a serios trastornos mentales, tales como la esquizofrenia, brotes psicóticos, episodios maníacos… pero prevalentemente encontramos a los que perpetran estos crímenes por el mero placer de ver sufrir a su víctima, es decir, los sádicos.
Individuos que disfrutan con el dolor ajeno
El asesino en serie sádico es aquel que siente excitación sexual infligiendo dolor a otra persona. Puede ser dolor físico: viendo su sangre, pegando, torturando, observando cómo agoniza; o bien psicológico: es decir, humillando a la víctima, rebajando su autoestima a cero, sintiéndose su amo, etc.
Las violaciones sexuales están consideradas como una forma de sadismo sexual, aunque el acto sexual no suele ser la satisfacción principal de los asesinos en serie sádicos y, en la mayoría de ocasiones, no se reportan este tipo de agresiones sexuales.
Sadismo sexual en el DSM IV
Aunque no sea una conducta sádica muy generalizada, conviene conocer algunos aspectos importantes alrededor del sadismo sexual.
Este patrón de conducta sádica queda recogida con la denominación de “Sadismo sexual” en el DSM IV (302.84) en el apartado de parafilias, definiéndose como: “Durante un período mínimo de 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento psicológico o físico (incluyendo la humillación) de la víctima es sexualmente excitante para el individuo”.
Algunos casos relevantes de asesinos en serie sádicos
Gilles de Rais
Gilles de Rais fue un mariscal francés que participó en la guerra de los 100 años junto a Juana de Arco. Se comenta que Gilles de Rais estaba profundamente enamorado de ella, y cuando su idolatrada Juana fue capturada y quemada en la hoguera, éste se sintió profundamente enojado con dios y alegó desesperado que nunca más sería fiel a los mandatos morales cristianos.
Desde entonces, se encerró en su castillo y empezó a secuestrar niños, a los que les realizaba las peores de las atrocidades. Los torturaba, violaba y asesinaba, para luego seguir cometiendo actos de necrofilia con sus cuerpos sin vida. Encontramos citaciones del propio Gilles de Rais en el juicio que le realizaron cuando fue condenado por estos terribles actos en el libro “El mariscal de las tinieblas”. Citamos:
‹‹Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente. [...]
Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Contemplaba a aquellos que poseían hermosa cabeza y proporcionados miembros para después abrir sus cuerpos y deleitarme a la vista de sus órganos internos y muy a menudo, cuando los muchachos estaban ya muriendo, me sentaba sobre sus estómagos, y me complacía ver su agonía…
Yo soy una de esas personas para quienes todo lo que está relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. (…) Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla.››
Elizabeth Báthory, la Condesa Sangrienta
Perteneciente a una de las más poderosas familias de Hungría en su tiempo, Elizabeth posee el récord Guinness como la mujer que más asesinatos ha cometido en la historia de la humanidad, con alrededor de 650 torturas y muertes, todas ellas chicas jóvenes de entre 9 y 26 años.
Además de una perversión sádica y sexual, la Condesa Elizabeth Báthory sentía especial atracción por la sangre, y no solo se contentaba con beberla (como es habitual en los llamados asesinos vampíricos) sino que se bañaba en ella con el fin de impedir que su piel envejeciese con el paso de los años.
La figura de Elizabeth Báthory es mundialmente famosa, sobre todo gracias a distintos relatos sobre su historia y por ser uno de los principales personajes de juegos de terror, por ejemplo el juego de mesa “Atmosfear”. La cultura popular ha otorgado un papel destacado a Báthory, como la mujer más sanguinaria y despiadada de la que se tiene constancia.
También se han realizado películas acerca de esta mujer tales como La condesa (2009) y Báthory, la condesa de la sangre (2008).
Andrei Chikatilo, el carnicero de Rostov
Este caso trata del protagonista de la macabra fotografía del encabezado de este artículo. Andrei Chikatilo, nacido en Ucrania en 1936, tuvo desde adolescente problemas de impotencia sexual que solo superó de manera extremadamente patológica, tal y como descubrió al tener su primera erección fuerte en el momento en que cortó a una niña desnuda (de la que iba a abusar) con un cuchillo, sintiendo gran excitación al observar la sangre.
Andrei asesinó a 53 mujeres entre 1982 y 1990, siendo la mayoría de ellas menores de edad. Sus crímenes fueron perpetrados con una crueldad inhumana: les amputaba los pezones y les arrancaba el útero para después comérselo, entre otras cosas.
Estas palabras fueron pronunciadas por el mismo Andrei: “En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de desenfreno. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores”.
Los psiquiatras del Instituto Serbsky alegaron que Chikatilo era un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera echarle atrás por la inmoralidad de sus actos, puesto que sus actos eran premeditados. Por esa razón, fue sentenciado a pena de muerte. En el mismo juicio, protegido en un cubículo de metal para protegerle de la multitud enfurecida, se quitó la ropa y agitó su pene gritando: “Fíjense que inutilidad. ¿Qué piensan que iba a hacer con esto?”.
La película “Ciudadano X” trata sobre la investigación sobre los asesinatos de Andrei Chikatilo. Muy recomendable.
Por otra parte, se realizó un documental sobre él, facilitamos el link aquí:
Ted Bundy
Nacido en 1946, violó y asesinó a decenas de mujeres entre 1974 y 1978 en Estados Unidos.
Bundy se aprovechaba de la bondad de sus víctimas para cometer sus crímenes. Él merodeaba por universidades haciéndose pasar por malherido, con muletas o algún truco similar. Simulaba que se le caían los libros, por lo que las chicas se los recogían y lo acompañaban hasta su coche. Ted Bundy parecía demasiado tierno y desamparado como para resultar peligroso o amenazante para las chicas que acudían a ayudarle.
En el momento en que las estudiantes se acercaban a su coche, Bundy les golpeaba con una palanca y empezaba su macabro plan. Además de tortura, mutilación y violaciones, practicaba la necrofilia. Volvía recurrentes veces en los bosques de Seattle donde había enterrado los cadáveres, muchas veces llevándose trozos de ellos a casa. En total, confesó treinta asesinatos, aunque la cifra real es desconocida, probablemente mucho mayor.
Bundy dijo:
"Sucedió en etapas, poco a poco, mi experiencia con la pornografía en general, pero con la pornografía que presenta un nivel alto de violencia sexual, una vez que te vuelves adicto a ella, —y esto lo veo como una especie de adicción igual que otros tipos de adicción— comienzas a buscar todo tipo de material con cosas más potentes, más explícitas, más gráficas. Hasta llegar a un punto en el que la pornografía va tan lejos que comienzas a preguntarte cómo sería hacerlo en realidad [...]
He conocido a personas que irradian vulnerabilidad... Sus expresiones faciales dicen: Tengo miedo de ti. Estas personas invitan al abuso... Esperando ser lastimadas, ¿sutilmente lo fomentan? [...]
Yo soy el desgraciado con más sangre fría que jamás hayan conocido.
Los asesinos en serie somos sus hijos, sus esposos…y estamos en todas partes”