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¿Cómo sé cuándo tengo un problema de ansiedad y cuándo debo pedir ayuda?


Son muchas las personas que viven con problemas de ansiedad y nunca llegan a pedir ayuda para así vencer a esta enfermedad del siglo XXI.

Hay mucha información sobre ansiedad, pero pocas personas o artículos nos dicen cuándo hay que acudir a pedir asistencia psicológica y cuáles son los síntomas a los que prestar atención.

¿Cómo reconocer los problemas de ansiedad?

En primer lugar quiero enseñarte cuáles son los síntomas de una ansiedad perjudicial; para ello hay que tener en cuenta que todos experimentamos ansiedad, que es una emoción más que está ahí y que también nos ayuda a poder afrontar problemas del día a día; es por así decirlo algo que nos ayuda a adaptarnos al medio. El problema viene cuando ésta aumenta considerablemente y nos dificulta tareas de nuestro día a día.

Aquí he reunido una serie de síntomas que se repiten en muchos de los pacientes que trato y he tratado.

1. Presión en garganta/pecho

No sabemos por qué viene, seguramente hayamos acudido a nuestro médico de cabecera para preguntarle y nos haya dicho que lo que tenemos es ansiedad, o en otros casos nos haya derivado a otro especialista o incluso nos haya medicado. En casi un 95% de los casos esto es un síntoma de la ansiedad.

2. Cansancio crónico

Te levantas y estás cansado, comes y estás cansado, llega el fin de semana y estás cansado. Al final tu sueño no es profundo y necesitas descansar mejor, pero tu cabeza no puede desconectar, es importante aprender técnicas para conseguir relajar más los músculos y que así el cuerpo desconecte más.

3. Falta de sueño o sueño intermitente

Se da cuando te despiertas muchas veces por la noches muy nervioso pensando en una idea/sueño que por supuesto te genera angustia. Este sueño está relacionado con tus pensamientos obsesivos o preocupaciones del día a día, vives quizás con demasiadas responsabilidades y estas se reflejan en tu inconsciente que se deja ver en los sueños de la noche.

4. Impulsividad por la comida

Suele darse mucho entre pacientes el querer comer sin parar durante episodios de estrés agudo. Calman su nerviosismo ingiriendo grandes cantidades de comida sobre todo poco sana.

5. Falta de apetito

También se da el otro extremo. Suele darse la falta de apetito también en personas con problemas de ansiedad debido a que experimentan que tienen el estómago cerrado.

6. Problemas gastrointestinales

Tan sencillo como que cuando estamos estresados nuestro organismo genera cortisol, y esto al estómago le hace defenderse aumentando el dolor al hacer contracciones o al aumentar la producción de ácido estomacal.

7. Dolor de cabeza

Este es muy amplio, dado que la falta de descanso y el estar nerviosos nos genera esta dolencia.

8. Desconexión

La persona que lo sufre se centra en su mundo y apenas interactúa con su alrededor, sufriendo así el doble y sintiendo cada vez más que nadie le entiende.

9. Explosividad de carácter

Algo así como “todo me sienta mal”. Normalmente sientes que a la mínima explotas y que no te comprende nadie. Esto es muy frecuente porque has llegado un punto de máxima inquietud en el que no aguantas que nadie te diga nada.

10. Problemas de concentración

Obviamente al tener preocupaciones nos cuesta más mantener la concentración durante largos periodos.

11. Pérdida de hobbies

No te entretiene nada, tu tiempo libre se basa en estar sentado o viendo la tele. Te sientes con el síndrome de “no tengo nada que hacer” y en ese justo momento se te ocurren cosas que dejaste a medias.

¿Cuándo tengo que pedir a pedir ayuda?

Si me preguntas sobre si tu problema tiene solución he de decirte que sí; el trabajo por mi parte es hacerte mejorar mediante las distintas técnicas que he estudiado que van de la mano de la experiencia que he ido obteniendo a lo largo de los años con los pacientes, y tampoco debemos olvidar que el trabajo por tu parte es implicarte y seguir las indicaciones que te voy dando.

Has de tener claro que ir al psicólogo no es una situación que debe darse solo en emergencias, sino también como prevención para evitar males mayores. Cuando estos síntomas empiezan a pesarte y sientes que estás desbordado es hora de ponerte en manos de un especialista.

¿Por qué elegir un tratamiento psicológico? Es importante tener claro que no es para nada excluyente con un tratamiento farmacológico, y que mediante una buena terapia podremos lograr competencias a nivel mental para lidiar con los problemas del día a día que una pastilla no nos podrá proporcionar nunca.

¿Empezamos?

Me llamo Javier Ares y soy especialista en trastornos de ansiedad además de terapia de pareja e intervención en depresión.

Mis estudios junto a los años de experiencia tratando esta patología psicológica harán que el tratamiento sea más efectivo.

Si buscas una terapia donde seas parte activa mediante ejercicios prácticos que te pondré entre sesión y sesión y huir de la charloterapia no dudes en contactarme.