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¿Para qué sirve la sexología?


La sexualidad es un aspecto muy amplio en la condición humana. Ésta es una área que puede condicionar notoriamente nuestra calidad de vida pues el sexo es un elemento muy importante en nuestra salud y felicidad.

Una mala relación de pareja, problemas en la cama, dudas sobre la identidad sexual de uno mismo y otras problemáticas similares son el origen de la insatisfacción e infelicidad de muchas personas.

La sexología es una disciplina que se encarga de estudiar la conducta sexual humana para, así, entender cómo solucionar los problemas relacionados con ella y mejorar la calidad de vida de las personas. A continuación vamos a ver en profundidad para qué sirve la sexología.

Las funciones y aplicaciones de la sexología

Ésta es la especialidad del ámbito sanitario que se encarga de la sexualidad e incluye aspectos como la reproducción, la identidad sexual, la identidad de género, la orientación del deseo sexual y otros factores relacionados. Además, la sexología se encarga de tratar las diferentes disfunciones sexuales, las parafilias y problemas de pareja.

El sexo es un aspecto muy importante de la vida de la mayoría de las personas por lo que cualquier problema relacionado con él puede condicionar notoriamente nuestra calidad de vida, lo que le confiere de gran importancia sanitaria a la sexología.

¿En qué ayudan los sexólogos?

No podemos entender en profundidad qué es la sexología sin profundizar en el profesional que la ejerce: el sexólogo. Los sexólogos suelen ser psicólogos especializados en sexología, profesionales que tienen la correspondiente titulación en psicología, normalmente de orientación clínica, que después de haber recibido su grado o licenciatura han hecho estudios de posgrado en sexualidad humana, trastornos de la conducta sexual y terapias adecuadas para su tratamiento.

La figura del sexólogo, a pesar de ser poco conocida por el grueso de la sociedad, es de crucial importancia para disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria. La asesoría de los sexólogos es de gran ayuda no solo en lo que se relaciona con el placer, la diversión y la compenetración de pareja, sino también en aspectos que impliquen un cambio de etapa: embarazo, crianza, jubilación, inicio de una relación de pareja, enfermedad grave, menopausia… El campo de trabajo por el que son más conocidos los sexólogos es, seguramente, el asesoramiento erótico.

Los sexólogos ayudan a las parejas a superar sus problemas relacionales en la vida íntima. Estas problemáticas no se limitan únicamente a problemas tales como la eyaculación precoz o el vaginismo, sino también añadirle un poco de pasión, creatividad y dinamismo a las relaciones, enseñándole nuevas formas de disfrutar de su vida sexual. Con respecto a este aspecto, estos profesionales desempeñan una gran tarea tratando de eliminar etiquetas y creencias disfuncionales sobre la vida sexual en pareja.

Cuándo debemos acudir a un sexólogo?

Se recomienda acudir a un sexólogo cuando sintamos malestar por algún tema relacionado con nuestra sexualidad, tanto si tenemos pareja como si no. Este malestar puede estar relacionado con la orientación sexual, la falta de deseo, ansiedad o miedo en los encuentros con personas del sexo deseado o cualquier otro motivo. Acudiendo a un sexólogo podremos salir de dudas, identificar la causa del malestar y recibir un tratamiento psicológico para gozar de mayor bienestar en nuestra vida sexual, tanto solos como acompañados.

Algunos motivos principales por los que se suele acudir a la consulta del sexólogo:

  • Disfunción eréctil.
  • Eyaculación precoz.
  • Disminución en el deseo sexual.
  • Incapacidad orgásmica: mujeres que no llegan al clímax.
  • Anorgasmia selectiva: no se logra llegar al orgasmo con un compañero sexual, pero sí con otros o durante la masturbación.
  • Incapacidad eyaculatoria: hombres que no eyaculan, normalmente por ansiedad asociada a embarazar a la pareja o contraer una enfermedad.
  • Falta de información o por creenicas erróneas sobre el sexo: importancia del tamaño del pene, enfermedades de transmisión sexual, prácticas sexuales…
  • Dolor en la penetración vaginal.
  • Problemas de fertilidad.

Pese a que estos problemas son los propiamente tratados por los sexólogos, muchas personas no se atreven a consultarlos por miedo o vergüenza. Pongamos por ejemplo que padecemos eyaculación precoz o disfunción eréctil. Lo que primero hacen los pacientes con estos problemas es acudir a un médico, algo totalmente lógico y que nos sirve para descartar posibles problemas médicos. Sin embargo, una vez se descartan causas fisiológicas a estos problemas, los pacientes temen acudir a un sexólogo, a pesar del claro origen psicológico de su dolencia.

Funciones de la sexología

Es precisamente el tiempo en que tardan en decidir consultar con un sexólogo uno de los principales obstáculos que se encuentran estos profesionales al tratar los problemas de sus pacientes.

Como su problema tiene que ver con su vida íntima, muchos pacientes no se sienten cómodos hablando con un desconocido, lo que hace que tarden en dar el paso de pedir ayuda profesional si es que al final lo hacen. Esto es contraproducente por dos motivos: uno, que el problema puede que se agrave con el tiempo; y dos, que cuánto más se tarde en pedir ayuda, más tiempo se sufre y más tiempo se tarde en ponerle solución.

Si al final el paciente se decide acudir al sexólogo, tanto solo como acompañado, recibirá la ayuda de un profesional que se encargará de velar por su vida afectiva y sexual y que le beneficiará llevando a cabo las siguientes tres funciones:

  • Educación
  • Asesoría
  • Terapia

Los sexólogos ayudan a las personas proporcionando información científica acerca de la conducta sexual normal y la sexualidad saludable en general. A través de ellos podemos conocer el funcionamiento sexual humano y nos ayudan a distinguir entre la información veraz sobre el sexo de aquella que forma parte de los numerosos mitos sexuales que existen, como por ejemplo la excesiva importancia sobre el miembro viril o la creencia de que existen prácticas sexuales de penetración vaginal que, “bien hechas”, evitan el embarazo.

Desde la sexología, como hemos mencionado, se pretende tratar diferentes disfuncionales. Esto se consigue poniendo el foco en las cuatro fases del ciclo sexual: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Los sexólogos actúan detectando en qué momento del ciclo sexual manifiestan problemas sus pacientes, pudiendo detectar cuáles son las causas y proponer soluciones a los mismos.

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