Paratonía: causas, síntomas y tratamiento
El cuerpo humano tiene aproximadamente 639 músculos, de los cuales algunos están bajo nuestro control voluntario (músculos esqueléticos), mientras que otro grupo actúan de manera autónoma (músculos lisos).
En algunas situaciones, los músculos esqueléticos presentan comportamientos atípicos que se escapan de nuestro control; en el caso de la paratonía suele presentarse un nivel de tensión desproporcionado en alguna región muscular.
En este artículo veremos en qué consiste la paratonía, hasta qué nivel puede afectar a nuestro organismo, los casos donde suele presentarse esta situación, las formas de diagnosticarla y su tratamiento, además de algunas maneras de prevención.
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¿Qué es la paratonía?
Lo que sucede durante la paratonía es que sufrimos una incapacidad para relajar los músculos esqueléticos de forma voluntaria; por el contrario el músculo presenta una tensión anormal y se contrae sin que podamos evitarlo.
Esta sintomatología puede originarse por diversos factores asociados a trastornos somatomotores, traumatismos en algunas partes del cuerpo, o los niveles de estrés elevados, que pueden provocar la contracción muscular en el sujeto.
Esta afección, aunque se da a nivel físico, puede ocasionar también compromisos mentales relacionados a sus síntomas. A continuación veamos algunas de las consecuencias tanto físicas como psicológicas que se derivan de esta patología.
Efectos en el organismo
Las secuelas que puede ocasionar este padecimiento son variadas. Además dependen en gran medida de la zona afectada, los niveles de intensidad y frecuencia con que se presenten los síntomas y también de las características personales del sujeto.
En primera instancia tenemos las afecciones a nivel físico, las cuales van desde la debilidad y el dolor, o la hasta parálisis en la zona del cuerpo afectada; luego también están las secuelas psicológicas de esta circunstancia. Estas últimas aparecen como enfermedades de fondo provocadas por la afección muscular (comorbilidad), que pueden ser desde ansiedad, enfermedades psicosomáticas, hipocondría, etc…
Teniendo en cuenta que somos seres bio-psico-sociales, las enfermedades del cuerpo están intrínsecamente relacionadas con las enfermedades de la mente. Esto queda de manifiesto en el caso de la paratonía en los músculos.
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Cuándo ocurre
Las causas que pueden provocar la paratonía son diversas, y entre ellas se encuentran las siguientes:
- Sobrecargas musculares
- Lesiones musculares
- Calambres o tendinitis
- Distrofia muscular (origen genético)
- Inflamación del músculo esquelético (Miositis)
- Daño a nivel de los nervios que afecta a los músculos
- Algunas infecciones
- Por efecto secundario de medicamentos
A esta lista pueden agregarse las causas emocionales anteriormente mencionadas; el estrés y la ansiedad, como factores de riesgo que detonan los síntomas de tensión y contracción en los músculos del cuerpo humano.
Diagnóstico
El diagnóstico de este tipo de patologías suele hacerse mediante un examen físico de rutina, donde se pueden notar los niveles de tensión anormales en algunos músculos específicos. En caso de ser necesario, el especialista podría indicar al paciente que se realice algunos exámenes extra.
Entre los exámenes que puede requerir el médico se encuentran la biopsia muscular, la electromiografía, el examen de aldolasa en la sangre, examen de creatina-fosfocinasa, y el examen de deshidrogenasa láctica.
Tratamiento
Los tratamientos para las patologías musculares, entre ellas la paratonía, se basan principalmente en sesiones de fisioterapia, que pueden ser acompañadas por sesiones de psicoterapia, conjuntamente con técnicas de relajación que son aplicadas por el terapeuta en un ambiente controlado.
Cuando la sintomatología del caso es demasiado intensa y persistente, además de no responder a otros métodos de tratamiento, entonces se emplean Inyecciones de toxina botulínica para espasmos y contracciones musculares. La toxina botulínica es una proteína que ayuda relajar el músculo tensionado.
Cuando es aplicada la inyección directamente en el músculo afectado las señales químicas que generan la contracción en la zona desaparecen, porque la toxina botulínica bloquea esas señales.
Métodos preventivos
Estos métodos pueden emplearse cuando se está en proceso de recuperación o se acaba de salir de una lesión muscular o paratonía.
- Evitar las temperaturas exageradamente altas.
- Evitar las temperaturas exageradamente bajas.
- Evitar factores estresantes en nuestra vida diaria.
- No usar prendas demasiado apretadas.
- Cuidar nuestra alimentación.
- Evitar el exceso de bebidas alcohólicas.
- Mantener una postura correcta.
- Tener buenos hábitos de sueño.
El ejercicio se incluye dentro de los factores protectores de lesiones musculares, pero debe ser bajo un régimen cuidadoso, evitando los levantamientos excesivos de peso, o las rutinas extenuantes de sin haberse preparado adecuadamente para ellas.
Lo recomendable es estar bajo la supervisión de un instructor que podrá darte orientaciones específicas sobre qué rutinas de ejercicios realizar, según tu tipo de cuerpo y tus necesidades personales.
Si por algún motivo no te resulta ir gimnasio, puedes ejercitarte en casa, siempre y cuando tengas las precauciones mencionadas anteriormente los resultados serán buenos y notarás una mejoría en tu calidad de vida.
Referencias bibliográficas:
- Hobbelen, J. S. M., Tan, Frans E. S.; Verhey, F. R. J.; Koopmans, R. T. C. M., Bie, R. A. de (2011). Prevalence, incidence and risk factors of paratonia in patients with dementia: a one-year follow-up study. International Psychogeriatrics. 23 (7): 1051–1060.
- Trompetto, C.; Marinelli, L.; Mori, L.; Pelosin, E.; Currà, A.; Molfetta, L.; Abbruzzese, G. (2014). Pathophysiology of Spasticity: Implications for Neurorehabilitation. BioMed Research International. 2014: 1–8.