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Arrhenfobia (fobia a los hombres): síntomas, causas y tratamiento


Existen multitud de fobias, asociadas a una infinidad de estímulos. Hay fobias, pero, menos conocidas que otras, como por ejemplo la arrhenfobia. Esta fobia consiste en el temor intenso y persistente a los hombres.

La arrhenfobia se origina especialmente a raíz de situaciones traumáticas vividas con personas del sexo masculino. En este artículo conoceremos en qué consiste, sus síntomas, causas y posibles tratamientos a aplicar.

Arrhenfobia: ¿en qué consiste?

Como decíamos, la arrhenfobia es una fobia poco conocida; se trata de la fobia a los hombres, y se traduce en un miedo intenso, persistente y desproporcionado al sexo masculino. La pueden padecer tanto hombres como mujeres.

Este miedo, además, es irracional; la irracionalidad es una de las características que diferencia una fobia de un miedo.

Se puede clasificar la arrhenfobia en el apartado “otras fobias” que propone el DSM-5 (Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales), ya que no corresponde a ninguno de los otros 4 tipos de fobias que propone el manual (fobia a animales, a sangre/inyección/heridas, a situaciones naturales y fobias situacionales).

En este grupo de fobias (“otras fobias”), junto a la arrhenfobia, aparecen otros tipos de fobia, como por ejemplo el temor intenso a atragantarse, a contraer una enfermedad, etc.

Síntomas

Los síntomas de la arrhenfobia incluyen los síntomas típicos de una fobia específica, que son, principalmente:

1. Miedo intenso

Aparece un miedo intenso a los hombres, así como a situaciones que puedan implicar conocer a un hombre, quedarse a solas con él, entablar conversación, etc. En lugar de miedo también puede tratarse de ansiedad (en dosis elevadas).

2. Síntomas fisiológicos

Asociada a la ansiedad anterior, en la arrhenfobia pueden aparecer síntomas fisiológicos, tales como: aumento del ritmo cardíaco, aumento de la presión sanguínea, mareos, náuseas, vómitos, hiperreactividad a los estímulos, insomnio, pesadillas, etc.

3. Ataques de pánico

En casos extremos de arrhenfobia, pueden incluso aparecer ataques de pánico ante la presencia de un hombre (o ante la posibilidad de verlo, quedarse a solas con él, etc.).

Estos episodios se caracterizan por los síntomas anteriores junto a uno o más de los siguientes síntomas: sensación de falta de aire, respiración agitada, temor a “volverse loco”, temor a “perder el control”, etc.

4. Evitación o resistencia

Otro síntoma característico de la arrhenfobia es que se evitan los hombres a toda costa; también se evitan las situaciones que pueden llevar a conocer uno, a interactuar con él, etc. También puede ocurrir que, en lugar de evitarse los hombres, se afronten las situaciones de interacción con ellos, pero con mucha ansiedad (es decir, se “resiste” la situación).

5. Malestar pronunciado

Además del miedo intenso y de los síntomas fisiológicos, aparece un intenso malestar en el paciente que repercute en su vida diaria. Este malestar es físico y psicológico, y puede reducir la calidad de vida de la persona con arrhenfobia.

6. Funcionamiento alterado

Los síntomas anteriores acaban interfiriendo en el funcionamiento global de la persona. Esto incluye todas (o algunas) de sus esferas: esfera laboral, social, personal, etc. Este síntoma es muy característico de los trastornos mentales en general, y no solo de los trastornos de ansiedad o, como en este caso, de las fobias.

Causas

Las causas de la arrhenfobia se relacionan principalmente con experiencias traumáticas vividas con los hombres. Si esa experiencia traumática no ha sido tratada psicológicamente (es decir, si no ha sido procesada y asumida), los problemas que ésta desencadena se pueden agravar.

El origen de la arrhenfobia también se relaciona con cierta vulnerabilidad genética a padecer un trastorno de ansiedad, así como con un temperamento o una personalidad frágil, insegura y/o dependiente.

Experiencias traumáticas

Volviendo a la situación traumática vivida, ésta puede relacionarse con malos tratos por parte de un hombre (ya sean agresiones físicas, sexuales, verbales…), con una situación de abuso sexual e incluso una violación.

Si no se ha vivido en primera persona, también puede haberse presenciado en personas cercanas (por ejemplo, observar al padre pegar a la madre, por condicionamiento vicario) o incluso se pueden haber escuchado historias de sufrimiento ajeno y con consecuencias negativas relacionadas con hombres.

Parece lógico que el hecho de haber experimentado una situación así de traumática, acabe originando una fobia (u otro trastorno mental), ya que la persona, consciente o inconscientemente, no quiere volver a sufrir aquello, y por eso se “protege” evitando el estímulo u objeto en cuestión (en este caso, los hombres).

Mecanismos disfuncionales

Sin embargo, las fobias provienen de respuestas que pretenden ser adaptativas pero que en realidad acaban siendo disfuncionales y patológicas, ya que evitar algo nos aleja de afrontar las situaciones de la vida y nos impide poder desarrollar mecanismos de afrontamiento adecuados.

Además, entramos en un círculo vicioso, porque si no afrontamos aquello que tememos, no lo podemos entender ni gestionar, y el malestar sigue ahí, perpetuándose en el tiempo.

Tratamiento

El tratamiento psicológico de la arrhenfobia tendrá el objetivo de hacer frente al estímulo fóbico, en este caso los hombres. Sin un afrontamiento adecuado el estímulo no se podrá procesar correctamente (alimentando las conductas evitativas) y eso no hará más que perpetuar y cronificar la arrhenfobia.

Así, los tratamientos que se suelen emplear en la arrhenfobia, como en muchas otras fobias específicas, son los siguientes:

1. Técnicas de exposición

La terapia de exposición implica que el paciente se exponga al objeto que tanto teme. Se realiza mediante una jerarquía de ítems graduales; en este caso la escala de ítems puede incluir situaciones de interacción con hombres cada vez más cercanas. Este tipo de terapia es la más eficaz para tratar las fobias específicas, donde el objeto fóbico está bien delimitado.

2. Técnicas cognitivas

La terapia cognitiva incluye, principalmente, la reestructuración cognitiva. A través de ella se pretende informar al paciente sobre su fobia, que entienda por qué ha aparecido, por qué se mantiene, y que aprenda a identificar los pensamientos catastrófistas que tiene en relación a los hombres. Además, se buscará que pueda sustituir dichos pensamientos por otros pensamientos más realistas y funcionales.

La decisión del tipo de tratamiento siempre se realizará teniendo en cuenta el grado de intensidad de la arrhenfobia y las características de cada persona.

Referencias bibliográficas:

  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.
  • Caballo (2002). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol. 1 y 2. Madrid. Siglo XXI.