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Escala de Zarit: ¿qué es y para qué sirve este test psicológico?


Por lo general se piensa que el paciente es el único que sufre, pero realmente tras un sujeto padeciendo alguna patología existe un grupo de personas que también se ven afectadas de alguna manera por dicha situación.

La escala de Zarit es un instrumento de evaluación psicométrico destinado a medir el nivel de afección que pueden tener las personas dedicadas a cuidar pacientes diagnosticados con algún tipo de demencia.

En este artículo revisaremos la ficha técnica de la escala de zarit, veremos el procedimiento para su aplicación y corrección, la población a la cual está destinada dicha escala, así como también repasamos en qué consiste el síndrome del cuidador.

¿Qué es la escala de Zarit?

La escala de Zarit fue compuesta originalmente por Steven H. Zarit, y consta de 22 ítems reactivos de respuesta tipo likert. Este instrumento está destinado a medir el nivel de consciencia y percepción de los cuidadores respecto a las áreas de su vida que se ven afectadas debido a sus labores.

Los valores de frecuencia que dispone el sujeto para contestar a la escala de Zarit son entre 1 (nunca) y 5 (casi siempre).

Las áreas del cuestionario incluyen tanto las físicas como las psicológicas, teniendo en cuenta que atender a una persona con demencia es una tarea exigente en varios aspectos, y puede alterar significativamente la vida de quienes se dedican a cuidar este tipo de pacientes.

Los recursos financieros y sociales que se invierten en el cuidado también son tomados en cuenta por los ítems de la escala de Zarit.

La gama de puntuación de este instrumento está entre los 22 a los 110 puntos, mientras más alto sea el rango de puntuación obtenido por el sujeto, mayor será el nivel de afección que presenta respecto a sus labores como cuidador.

Aplicación

La aplicación de este instrumento puede ser de múltiples formas. Por ejemplo, se podría realizar una aplicación colectiva en caso de que se esté realizando un estudio a una muestra de población. También puede ser autoadministrado, en caso de que estemos cuidando a un paciente y queramos saber hasta qué punto nos encontramos afectados.

En el ámbito de la psicología clínica, el terapeuta podría aplicar esta escala con la finalidad de conocer con exactitud el nivel de afección de su paciente, y a la vez mostrarle de una manera mensurable que es necesario buscar mejores alternativas respecto a sus labores como cuidador.

Corrección del instrumento

Una vez obtenidas las puntuaciones totales de la escala, en los 22 Ítems reactivos, se procede a sumarlas. Como se mencionó anteriormente, el rango va entre 22 y 110. Los puntos de corte que determinan el nivel de afección del cuidador, según la adaptación española, son los siguientes:

  • Sin sobrecarga: 22- 46.
  • Sobrecarga: 47-55.
  • Sobrecarga intensa: 56-110.
  • Población.

La población a la que está destinada la escala de Zarit incluye a todas aquellas personas que cumplan con la característica de encontrarse brindando cuidados a uno o más pacientes con algún tipo de demencia diagnosticada.

Cuando el sujeto se encuentra cuidando a un ser querido, es difícil hacerle entender que no es sano entregarse a tiempo completo en estas labores. En estos casos, existe un sesgo emocional que bloquea la objetividad de los cuidadores. En estos casos el terapeuta deberá aplicar las técnicas y tratamientos tomando en cuenta la intensidad de la dependencia que presenta el cuidador por el sujeto a quien cuida.

En ocasiones, los cuidadores crean un ambiente disfuncional, donde sus actos resultan contraproducentes para todos las partes involucradas (cuidador, familiares y paciente)

Síndrome del cuidador

La escala del cuidador de Zarit, está diseñada, entre otras cosas, para determinar si una persona puede estar presentando el síndrome del cuidador, el cual consiste en un estado de afectación generalizado provocado por desempeñar labores de cuidado a una persona con síntomas de demencia.

La sobrecarga emocional, física, y en ocasiones, también económica que recae sobre algunos cuidadores, sobre todo cuando se trata de los familiares, puede llegar a modificar totalmente los roles que desempeñan cada uno de ellos dentro de su núcleo.

Esta situación complica sus actividades cotidianas en un alto grado y puede significar la pérdida de empleos, separaciones familiares, entre otra serie de situaciones desadaptativas para los sujetos que presentan el síndrome del cuidador.

Recomendaciones para evitar el síndrome

En términos generales las orientaciones profesionales que suelen darse a los cuidadores para que disminuyan el riesgo de presentar esta sintomatología son las siguientes:

  • No seas el único dedicado a los cuidados, delega funciones.
  • Evitar a toda costa el aislamiento social.
  • Prevenir los niveles de estrés elevados.
  • Hablar de la evolución del paciente con otros familiares o cuidadores.
  • Mantener hábitos de vida saludables (alimentación, sueño, higiene).
  • Tener momentos de descanso (tiempo apartado para hacer otras cosas de interés personal).

En el caso de los terapeutas que tengan pacientes con síndrome del cuidador, deben trabajar en fomentar su autonomía y canalizar los problemas de conducta que puedan presentar. Con la finalidad de lograra que el sujeto distribuya adecuadamente el tiempo entre su vida y la del paciente a quien cuida.