30 Ejemplos de
Oraciones con la palabra «que»

Oraciones con la palabra «que»

La palabra “que” es un pronombre relativo invariable que se caracteriza por tener un valor anafórico, esto es, que remite a un sustantivo o un sintagma nominal antecedente. Por ejemplo: El juguete que le prestaste se rompió.

A diferencia del pronombre interrogativo o exclamativo tónico qué, se escribe sin tilde y pueden construirse acompañados de determinantes el, la, lo, los, las. Por ejemplo: Las que se porten mal no tendrán regalo.

La palabra “que” también puede actuar como una conjunción, que introduce una proposición subordinada sustantiva. Por ejemplo: Dijo que no lo invitaría.

Como conjunción, tiene varios usos:

Enlaza con el verbo otras partes de la oración. Por ejemplo: Escóndelo antes que llegue.
Forma parte de locuciones conjuntivas o adverbiales. Por ejemplo: A menos que sea necesario, no iremos.
Se usa como conjunción comparativa. Por ejemplo: Prefiero ser feliz sola que ser una casada infeliz.
Toma el papel de conjunción disyuntiva. Por ejemplo: Que quiera, que no, da igual.
Establece una conexión lógica. Por ejemplo: Grita tanto que aturde.

Puede servirte: Oraciones con la palabra «quien»

Oraciones con la palabra «que»

El perro que tengo es un pastor alemán.
Mi papá quería que estudiara, pero no me podía concentrar.
Que se cometan tantos errores en esta instancia es inentendible.
No se empieza a comer hasta que el último comensal se sienta a la mesa.
Ese pensador sostenía que la presencia humana no tenía ningún sentido inherente.
El hombre que estaba parado frente a ella no la reconoció.
Vamos a tener que limpiar un poco antes de que vengan las visitas.
Cada vez que podía, intentaba seducirla.
No me creo una palabra de lo que dices.
Me gusta que me hagan masajes.
No quiero que me hablen mientras miro televisión.
¿Te parece que puede funcionar?
Su hijo era más importante que cualquier cosa en su vida.
Haremos de cuenta que eres mayor de edad.
El primero que se mueva, pierde.
¡Tienes que aprender que la frustración es parte de la vida!
Lamentamos que no haya salido como lo esperaban.
Ellos eran los que siempre me acompañaban en las peores situaciones.
¿No pueden entender que ya no me interesa estudiar esa carrera?
De chicos no teníamos las mismas preocupaciones que ahora.
Caminaban tan lento que llegaron cuando la tienda había cerrado.
Esas dos amigas estuvieron corre que corre toda la tarde.
La casa que nos regalaron no es lo suficientemente amplia para todos.
Con que salgamos dos horas antes, llegaremos en horario.
Que me digan esto ahora no tiene sentido.
Hay que llevar ropa abrigada porque a la noche refresca.
¡No podía creer que ahora se usaran esos pantalones tan feos!
Estoy tan nerviosa que no me salen las palabras.
Nunca consiguió que le dieran un aumento salarial.
Debieron pensar que era una persona muy refinada.

Sigue con:

Compartir en Facebook

Twittear