Discurso de Despedida

Discurso de Despedida

Se llama discurso o alocución pública al acto de hablar frente a una audiencia, o sea, de dirigirse en persona, cara a cara, con un público. Los discursos han sido parte fundamental de la oratoria y la política desde tiempos remotos, como en la Antigua Roma, cuando el Senado Romano se reunía para que los senadores expusieran al resto sus pensamientos y reflexiones. Hoy los discursos son parte ineludible de la vida social, sobre todo en ocasiones especiales, como la entrega de premios, los mítines políticos, las conferencias científicas o en las graduaciones.

  1. Palabras de despedida de un profesor que se jubila:

Estimados colegas, alumnos y personal administrativo de esta, mi tan querida facultad de letras y educación.

Hoy, como muchos ya saben, es mi último día como profesor activo y director de la cátedra de lenguas muertas. Se trata del punto de culminación de una trayectoria que inicié hace cuarenta años, sin siquiera sospechar que la docencia sería mi única y gran vocación en la vida, ya que en ese entonces era yo un joven inquieto y ambicioso, que invertía sus noches en tratar infructuosamente de convertirse en poeta. Si les soy sincero, no recuerdo el modo exacto en que mi pasión por el verso me condujo a los grandes poetas romanos: Ovidio, Horacio, Séneca, Juvenal… compañeros antiguos de un camino impredecible que hoy me deja, para mi absoluta sorpresa, convertido también en un anciano venerable.

Pero no teman, queridos colegas. No haré de estas, mis últimas palabras como docente, un ejercicio lacrimoso y adolorido. Por el contrario, me gustaría citar a ese gran jurista, filósofo y escritor romano que fue Cicerón, máximo defensor de la república y de las escuelas helenas, cuando decía que vitam regit fortuna, non sapientia, es decir, que la vida se rige por los caprichos del destino y no por los de la sabiduría, si es que algo de ella podemos acumular los seres humanos durante este breve periplo que nos dio por llamar, no sin algo de humor, “vida”.

Y es que es imposible intuir lo que el futuro nos depara, y la mejor forma de vivir la vida es conservando ese sentimiento de aventura, de sorpresa sincera y agradecimiento. Esas son las emociones que me embargan aquí y ahora. El llamado de la aventura de la vejez, pues de eso se trata y no de otra cosa, tal y como anunciaba el gran T. S. Elliot al afirmar que Old men should be explorers, o sea, que a los viejos nos corresponde la vanguardia de la experiencia; la sorpresa sincera de que llegue tan pronto; y el inmenso agradecimiento de que me llegue aquí y ahora, en su orgullosa compañía, a tiempo de una calurosa despedida.

Al final es cierto lo que Séneca sugería, cuando afirmaba que Docendo discimus, esto es, que enseñando se aprende: porque se aprende a ser quien se es. Así que gracias, amigos y colegas, por enseñarme durante todo este tiempo a descubrir quien realmente soy, en quién finalmente el tiempo me ha convertido.

Buenas noches.

  1. Discurso de despedida de un político que renuncia a su partido:

Compañeros de la Alianza por el Progreso. Respetados directivos de la comisión disciplinaria del partido. Ciudadanos y ciudadanas de la república.

Como sin duda es notorio y de público conocimiento, he presentado el día de ayer mi renuncia irrevocable a las filas del partido y a las comisiones en las que me hallaba adscrito, en lo que considero el único gesto digno posible después de los lamentables eventos que tuvieron lugar la semana pasada, en el marco de las elecciones generales de nuestra organización.

Pero lo hago, es importante decirlo, con el propósito de restituir la fe general en las instituciones democráticas que encarna nuestro partido, así como en la dinámica sagrada del voto, herramienta fundamental para consagrar el poder justamente, incluso a expensas de mi propia carrera política. Y no porque acepte como merecido el bochornoso llamado de atención que se me ha hecho a mí, y solamente a mí, desde la dirigencia del partido, a pesar de que los imperdonables errores cometidos sean, como es natural, responsabilidad compartida de quienes fuimos escogidos como representantes del sector progresista de la sociedad nacional.

Quiero decir con esto que, a pesar de que asumo como propia la responsabilidad en el extravío de la información electoral que dio pie, como se sabe, al escándalo, también aprovecho el momento para invitar, enfáticamente, a mis colegas corresponsables a hacer lo propio, con dignidad mientras sea posible, para que esta prestigiosa organización, en la que hemos militado ya durante décadas, no pague por nosotros el precio de una mala administración frente a su electorado.

Sirva, por último, mi renuncia para invitar a la reflexión general de nuestra militancia, tanto a los jóvenes como a los veteranos, y para agradecer a quienes vieron en mí al mejor encargado posible de la Comisión Electoral del Partido. En honor a su voluntad, más que nada, extiendo con estas palabras finales una disculpa. Confío en que la historia sepa juzgar mis acciones como se debe.

En la sede del partido, a las 14 horas del día 27 de los días que corren.

Referencias:

  • “Discurso” en Wikipedia.
  • “Tips para escribir discursos de despedida inspiradores” en eHow.

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