InicioSociedad

Ejemplos de
Conductas amorales

Cuando el comportamiento de una persona contradice lo que el conjunto de la sociedad tiene por bueno o deseable, se dice que esa persona tiene una conducta contraria a la moral. Sin embargo, si esa persona no tiene idea de lo que se espera de ella o carece de la perspectiva para evaluar si sus acciones serán aceptadas o reprobadas, puede decirse que estamos ante una conducta amoral.

Es importante no confundir los términos amoral e inmoral, a pesar de que ambos describen una acción contraria a la moralidad de un grupo humano: las conductas inmorales son aquellas que se hacen sabiendo que contradicen la moral; mientras que las amorales sencillamente no comprenden la moralidad o no la toman en cuenta. Lo inmoral es aquello que se opone a las buenas costumbres y consideraciones, mientras que lo amoral es aquello que carece de un sentido de moral.

Las conductas amorales son aquellas que ignoran la moralidad o que se manejan en un plano distinto a ella. Son conductas que no se detienen en consideraciones respecto a lo que está bien y lo que está mal.

Ejemplos de conductas amorales

A continuación se presentan algunos ejemplos de conductas que podrían considerarse amorales:

  1. Un niño dice algo inapropiado de manera inocente. Se trata de una conducta amoral porque el niño aún no posee la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo o lo aceptable socialmente de lo que no, de modo que dice lo que dice sin ánimos de romper las normas.
  2. Un científico desarrolla la teoría atómica. Se trata de una conducta amoral porque el científico está comprometido con el descubrimiento del funcionamiento de los átomos y no con los usos (buenos o malos) que pueda dársele a este saber, que puede servir igualmente para fabricar centrales nucleares y brindar electricidad a la gente, o para fabricar bombas atómicas que aniquilen poblaciones enteras.
  3. Un extranjero incumple las costumbres religiosas de otro país. Se trata de una conducta amoral en la medida en que el extranjero no esté familiarizado con la moral particular de esa religión que le es ajena, o sea, cuando no tiene idea de que está rompiendo una regla o hiriendo las sensibilidades de esa sociedad. Al tener otros valores morales, desconoce la moralidad del país que visita.
  4. Una persona comete un delito durante un arrebato de locura. Se puede tratar de una conducta amoral, en la medida en que la persona que cometió el crimen estaba en ese momento incapacitada para entender el bien y el mal, y no podía juzgar sus propias acciones. Es por eso que, en casos similares, las personas pueden no recibir castigos penales, sino más bien ayuda psiquiátrica.
  5. Un abogado que defiende a un asesino confeso. Se puede considerar una conducta amoral en el sentido de que el abogado debe hacer su trabajo y defender al asesino, y no juzgarlo él mismo y asumir una postura personal respecto del crimen cometido. En este caso, la amoralidad del abogado tiene que ver con su ética profesional.

¿Qué es la moralidad?

La moralidad se puede entender como el conjunto de tradiciones, costumbres y normas que emplea una sociedad para determinar lo bueno (es decir, lo aceptable, lo deseable o lo tolerable socialmente) de lo malo (es decir, lo condenable, reprobable o intolerable socialmente). La moral puede cambiar dependiendo de los rasgos socioculturales, religiosos o políticos de la sociedad, e incluso de su momento histórico, pero siempre opera en base a criterios objetivos y concretos.

Los términos moral y ética suelen emplearse de manera indistinta, pero en un sentido estricto refieren a cosas distintas. La diferencia radica en que la ética es una disciplina que estudia la conducta humana y las formas en que se la juzga moralmente, es decir, la ética sirve para decidir cuándo una acción es moral o inmoral. La moral, en cambio, se refiere al conjunto de valores que expresan una moralidad determinada. Es por eso que dos médicos de distintas religiones pueden tener consideraciones morales distintas, por ejemplo, pero ambos se apegarán a un código ético profesional que expresa el modo justo, correcto y aceptable de ejercer la medicina.

Sigue con:

Referencias