20 Ejemplos de

Argumentos cortos

• Las premisas. Son aquellas proposiciones que afirman o que niegan algo y son el punto de partida del razonamiento. Por ejemplo:
  Premisa 1: Mi perro ladra cuando alguien se acerca a la puerta.
  Premisa 2: Mi perro está ladrando.
• La conclusión. Es aquella proposición que deriva de las premisas. Por ejemplo:
  Conclusión: Es probable que alguien se haya acercado a la puerta.

• Sigue con: Persuasión

• Según el tipo de razonamiento. Según cómo sea el contenido de las premisas y de la conclusión y según la relación que hay entre ellas, los argumentos pueden ser:
  – Argumentos deductivos. Son argumentos cuyo razonamiento parte de premisas, que son generalizaciones, para llegar a una conclusión, que explica una cuestión particular. Por ejemplo: Todas las películas de Steven Spielberg son buenas, Tiburón es de Steven Spielberg, por lo tanto, Tiburón debe ser una buena película.
  – Argumentos inductivos. Son aquellos argumentos cuyo razonamiento parte de premisas, que hacen referencia a casos particulares, para llegar a una conclusión, que es una generalización. Por ejemplo: Tiburón es una película de Steven Spielberg y es muy buena, E.T. es una película de Steven Spielberg y es muy buena; por lo tanto, las películas de Steven Spielberg son muy buenas.
  – Argumentos abductivos. Son argumentos cuyo razonamiento parte de premisas, que hacen referencia a hechos, para extraer una conclusión, que es una hipótesis. Por ejemplo: Los domingos el centro comercial está cerrado, hoy es domingo; por lo tanto, es probable que el centro comercial esté cerrado.
• Según el contenido. De acuerdo con el contenido de las premisas los argumentos pueden ser:
  – Argumentos de autoridad. La idea se justifica con citas, comentarios o testimonios de personas que son expertas o que saben mucho sobre el tema que se está argumentando. Por ejemplo: Según la OMS, las vacunas son fundamentales para evitar la propagación de enfermedades.
  – Argumentos de hecho. La idea se justifica con pruebas o resultados de otras investigaciones. Por ejemplo: Según el análisis realizado en el laboratorio, la primera crema es más eficiente que las otras para curar la dermatitis de contacto.
  – Argumentos de moralidad. La idea se justifica con premisas que hacen referencia a valores morales universales. Por ejemplo: Todas las personas pueden expresar su opinión en esta asamblea, porque la libertad de expresión es un derecho universal.
  – Argumentos de tradición. La idea se justifica con proposiciones que hacen referencia a costumbres o tradiciones. Por ejemplo: Cuando termine la preparatoria iré a la universidad, porque mis padres y mis hermanos lo han hecho.
  – Argumentos probabilísticos. La idea se justifica con proposiciones que hacen referencia a una probabilidad. Por ejemplo: La contaminación producida por el plástico no puede ser reducida solo con el reciclaje, porque solo el 10% de los plásticos es reciclable.
  – Argumentos de experiencia personal. La idea se justifica con enunciados que hacen referencia a la experiencia personal del autor. Por ejemplo: Esta computadora es muy buena, porque la uso desde hace diez años y continúa funcionando muy bien.
  – Argumentos estéticos. La idea se justifica con proposiciones que hacen referencia a si algo es feo, lindo, etc. Por ejemplo: La comida de ese restaurante no debe ser buena porque el lugar no se ve muy bien.
• Según el objetivo. De acuerdo con este criterio, los argumentos se dividen en dos grupos:
  – Argumentos lógicos. La conclusión es una consecuencia lógica de las premisas. Estos argumentos pueden ser:

– Argumentos de ejemplificación. La idea se justifica con ejemplos. Por ejemplo: El cambio climático produce graves consecuencias, como el deshielo de glaciares y las sequías.
– Argumentos de generalización. Se parte de casos particulares para establecer una generalización. Por ejemplo: Las zapatillas de esta marca son muy buenas, las chaquetas de esta marca son muy buenas y los pantalones de esta marca son muy buenos, por lo tanto, todos los productos de esta marca son muy buenos.
– Argumentos por analogía. Como dos o más cosas tienen una o más características en común, se infiere que es probable que tengan otra característica en común. Por ejemplo: Todos los cuadros de este artista son muy interesantes; por lo tanto, es probable que el nuevo cuadro de este artista también sea interesante.
– Argumentos de signos. Se considera que un suceso puede ser interpretado como un signo y, por eso, puede dar información sobre otro suceso o hecho. Por ejemplo: Cuando comienza la primavera florece el jazmín; ya comenzó la primavera, entonces, va a florecer la azucena.

– Argumentos afectivos. La idea se justifica con enunciados que tienen una fuerte carga emotiva. Por ejemplo: Todo el mundo sabe que la escuela ocupa un lugar muy importante en la vida de las personas; por eso, los senadores tienen que votar a favor de la ley que promulga la obligatoriedad de la escuela secundaria.

• Según el grado de persuasión. La persuasión es la capacidad que tiene una persona para convencer a otra. Según el grado de persuasión los argumentos pueden ser:
  – Argumentos pertinentes. Son aquellos argumentos que se relacionan directamente con la idea que se quiere demostrar. Por ejemplo: La mayoría de los ciudadanos quiere que haya más plantas de reciclaje, por lo tanto, el gobierno debería oír esta demanda y fomentar la construcción de nuevas plantas de reciclaje.
  – Argumentos válidos. Son argumentos lógicos, sólidos y verdaderos. Por ejemplo: Si en invierno siempre hace frío, cuando lleguemos al invierno, hará frío.
  – Argumentos irrefutables. La idea se sostiene con proposiciones que son verdaderas, porque hacen referencia a datos con evidencia científica. Por ejemplo: Si un astronauta está en la Luna, necesita un traje con oxígeno, porque en este satélite no hay atmósfera y, por ende, los seres humanos no pueden respirar allí.
• Según la postura del emisor. Una persona puede estar a favor o en contra de una idea, por eso, un argumento se puede utilizar para sostener una idea o para refutarla.
  – Argumentos a favor. Se utilizan para sostener una idea. Por ejemplo: Todos los artículos periodísticos tienen que realizarse con fuentes confiables, porque los lectores de estos artículos tienen que informarse con contenidos de calidad y verdaderos.
  – Argumentos en contra. Se utilizan para refutar una idea. Por ejemplo: Muchas personas creen que este alimento es saludable, pero, en verdad, posee ingredientes que no son de buena calidad.

• Argumentos deductivos e inductivos
• Texto argumentativo
• Tipos de argumentos
• Recursos argumentativos
• Ensayos argumentativos
• Párrafos argumentativos