Violencia económica

Como sabemos, muchas son las naciones que, hasta la fecha, siguen considerando a la mujer un ser humano distinto, el cual no puede realizar diversas labores, como desempeñar una profesión o un oficio. Para muchas culturas radicales, estas mujeres deben dedicarse a las tareas del hogar, y desgraciadamente basta remontarse unos años atrás en la historia para ver estos rasgos culturales en occidente, donde las mujeres también ocupaban un papel secundario en el mercado laboral.

Esto, de facto, provoca que sea el hombre la única fuente de ingresos, lo que hace que la mujer se sienta dependiente de este salario, pues ella no posee ingresos. En ocasiones, si existe violencia, la violencia económica se manifiesta cuando el hombre, abusando de su posición dominante, controla y restringe el acceso a determinados recursos a su pareja o sometido/a.

Cuando una persona toma decisiones en materia económica por la otra persona, abusando de esa posición dominante; cuando esa persona controla constantemente las finanzas y le permite hacer unas determinadas cosas; o cuando se restringe el acceso a determinados bienes básicos. En general, cuando se abusa de esa posición dominante para someter al otro individuo, estamos hablando de violencia económica.

Cabe señalar que esta violencia doméstica puede manifestarse en todo tipo de relaciones domésticas o personales. En este sentido, puede darse en padres e hijos, abuelos y nietos, hijos y padres, así como numerosas configuraciones distintas de parientes o no parientes.

Si tenemos que definir la violencia económica con una relación de características, esta sería la siguiente:

• Es un tipo de violencia doméstica.
• Se produce cuando existe una relación de dependencia.
• Utilizando esa posición económicamente privilegiada, y haciendo abuso de ella, el dominante somete al dependiente.
• Mediante restricciones, control, reproches, así como otros actos en los que el dominante trata de someter al dependiente, a través del dinero.
• Tiene efectos psicológicos negativos sobre el sometido.
• Es muy frecuente ver este tipo de violencia en relaciones matrimoniales del pasado, o en países en los que estas no pueden trabajar y dependen íntegramente de su marido.

Aunque, de partida, debemos señalar que la violencia económica no es lo mismo que la violencia de género, sí es preciso decir que, por lo habitual, están muy relacionadas.

En este sentido, son muchas las mujeres que siguen dependiendo del salario de su esposo, pues son personas que vivieron en otra época, viven en un país en el que no pueden desarrollarse en el mercado laboral, o presentan otra situación distinta. Esto hace que estas personas dependan de su marido en tanto en cuanto precisan de dinero para vivir y cubrir el gasto de determinados bienes básicos.

Sin embargo, cuando existe violencia de género, el marido o la mujer, la pareja que controla el dinero por el hecho de que es quien lo gana, tiende a someter al otro individuo. Esto, con prácticas como el control de las cuentas, la restricción de la retirada de dinero y el consumo, así como numerosos ejemplos como los que veremos a continuación.

¿Quieres saber si sufres violencia económica? Responde a las siguientes preguntas.

• ¿Controlan tus finanzas diariamente y recibes reproches por ello?
• ¿Te sustraen dinero sin tu permiso?
• ¿Te tratan como si no entendieras nada cuando realizan una operación bancaria, por ejemplo, que te afecta?
• ¿Tienes que rendir cuentas de todo lo que haces?
• ¿Alguna vez te han impedido acceder a determinada información que, sin embargo, es y debe ser de tu interés, por figurar en ella?
• ¿Alguna vez te han restringido el acceso a recursos básicos bajo coacciones?
• ¿Te han obligado a tomar decisiones importantes relativas a tu patrimonio o tus finanzas?
• ¿Te han forzado a expedir un poder notarial para evitar tu presencia en actos notariales?
• ¿Alguna vez te han impedido usar tarjetas de crédito o débito sin motivo aparente?
• ¿Te han amenazado por no estar de acuerdo en determinadas situaciones que afectan a tu economía doméstica?
• ¿Te has tenido que encargar tú solo de los gastos del hogar?

Las preguntas que se ofrecen incluyen ejemplos de violencia económica. Si tu respuesta ha sido sí a alguna de estas preguntas, estás ante un caso de violencia económica. Ponlo en conocimiento de un experto si no sabes cómo resolver la situación.