Ventajas y desventajas de la energía nuclear
La energía nuclear, como podemos intuir, presenta una serie de ventajas que pueden resaltarse y que la posicionan como una de las principales fuentes de energía que posee nuestro planeta. Sin embargo, de la misma forma, esta energía no renovable también presenta inconvenientes.
Antes de seguir con el artículo, debemos saber qué es la energía nuclear.
La energía nuclear es aquella energía que se produce cuando se da una reacción nuclear. Es decir, una reacción que se produce en el núcleo del átomo y que, tras una serie de procesos, acaba convirtiéndose en energía. Energía que, posteriormente, se utiliza para numerosos fines.
Estas reacciones se producen en lo que conocemos como central nuclear, plantas que convierten dicha reacción en energía. Así pues, hablamos de centrales de gran dimensión, en las que se libera la energía y, como decíamos, se transforma.
Su aspecto es fácilmente reconocible, pues presenta unas chimeneas de gran dimensión que se visibilizan a gran distancia.
Desastres como el de Chernóbil o el de Fukushima, o incluso su aparición en televisión en series tan conocidas como «The Simpsons», también han hecho que estas centrales nucleares ganen fama alrededor del mundo.
La energía nuclear presenta numerosas ventajas que la convierten en una energía muy demandada por la sociedad. Sin embargo, los riesgos de desastres, o el propio coste de construir una central nuclear, son desventajas que deben contemplarse.
Por ello, en Economipedia hemos recopilado las principales ventajas y desventajas de la energía nuclear, las cuales exponemos a continuación.
Ventajas de la energía nuclear
En primer lugar, entre las ventajas de la energía nuclear cabe destacar las siguientes:
Es una energía muy potente
La energía nuclear es una energía muy potente. Genera una gran cantidad de electricidad. Esto es una gran ventaja para este tipo de energía, que puede ofrecer suministro a grandes poblaciones sin riesgo de que se produzcan cortes por una insuficiencia en la oferta.
Es una energía muy estable
Las centrales nucleares se encuentran operativas, generando electricidad de forma ininterrumpida, casi el 90% del año. Esto hace que el suministro sea bastante estable.
El precio también presenta gran estabilidad
Dado lo anterior, esta regularidad en los suministros hace que el precio también sea bastante estable, no sufriendo drásticas alteraciones con el paso de las semanas y los meses. Además, producirla es bastante barata, por lo que también le beneficia esta última anotación.
No desprenden gases de efecto invernadero
Debemos saber que estas grandes chimeneas que vemos en una central nuclear no desprenden gases en absoluto. El humo que vemos que sale de estas grandes chimeneas, en realidad, es vapor de agua. Durante el proceso de fisión de los núcleos de los átomos se usa agua que, posteriormente, se evapora y sale por las chimeneas.
Por tanto, lo que vemos no es CO2 o N2O, sino vapor de agua que no contamina.
Reduce el uso de combustibles fósiles
Aunque hablemos de un tipo de energía no renovable, este es bastante más respetuoso con el medioambiente que el combustible fósil.
Por tanto, la existencia de alternativas como la energía nuclear reduce el uso de un combustible fósil que se posiciona como el combustible más contaminante del mundo.
Más respetuosa con el medioambiente
No despide gases de efecto invernadero, ni promueve el uso de combustibles fósiles, por lo que esta energía es más respetuosa con el medioambiente. Es decir, claramente se observa una menor erosión al ecosistema.
Aun siendo no renovable, es casi inagotable
A lo largo del artículo nos hemos referido a la energía nuclear como una energía no renovable, pues se obtiene gracias a la fisión de isótopos de uranio. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que es una fuente de energía que no desaparecerá fácilmente.
Debido a las elevadas reservas de uranio, esta energía es prácticamente inagotable. De hecho, muchos han sido los expertos que han considerado cambiar su tipología e incluirla como una más entre las fuentes de energía renovables.
Desventajas o inconvenientes de la energía nuclear
Asimismo, una vez vistas las ventajas que presenta este tipo de energía, veamos sus desventajas o inconvenientes, entre las que se encuentran las siguientes:
Los accidentes tienen consecuencias catastróficas
Chernóbil o Fukushima son ejemplos muy sonados de las consecuencias de un desastre nuclear. Pese a su seguridad, accidentes en centrales nucleares acabaron con la vida de miles de civiles, que fueron víctimas de otros casos tan sonados como los anteriores, como el de la Isla de Tres Millas, en Estados Unidos.
Los residuos también tienen consecuencias peligrosas
Como sabemos, los residuos radiactivos tienen consecuencias y no precisamente las que estamos acostumbrados a ver en series de dibujos animados. En este sentido, estos residuos tardan mucho tiempo en degradarse, a la vez que la exposición humana a ellos puede provocar enfermedades que podrían acabar con la vida de las personas.
Construir una central nuclear no es barato
Anteriormente decíamos que las centrales nucleares presentan un gran tamaño y una robusta infraestructura. Y ello se debe a que no se escatima en costes durante su construcción.
Construir una central nuclear presenta un coste muy elevado, por lo que no es una opción para todo aquel que así lo desee.
Excesiva dependencia del uranio
Las centrales nucleares dependen exclusivamente del uranio para el desarrollo de su actividad. Esto podría llevar a una sobreexplotación que, en última instancia, acabe generando escasez y un encarecimiento de los costes.
No es útil para todo
No podemos emplearla para dotar de energía a los medios de transporte. Por tanto, su uso, aun siendo más beneficioso para el medioambiente, no puede extenderse a esos sectores que son los más contaminantes.
Usos alternativos
Como arma nuclear, o incluso como objetivo de una banda terrorista, las centrales nucleares son muy peligrosas y presentan usos alternativos que podrían poner la vida de muchas personas en peligro.
Otra desventaja a tener en cuenta, especialmente si se vive cerca de una, y en un territorio con constante actividad bélica.