Valor razonable

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El valor razonable es un concepto utilizado en contabilidad y que se refiere al precio que se podría pagar por un activo o pasivo en una transacción, siempre que las partes estén debidamente informadas y no exista nada que les impida actuar de forma libre y voluntaria.

Una de las definiciones de razón, indica que la razón hace referencia a la justicia o rectitud en las operaciones. De esta acepción proviene la idea del concepto de valor razonable. El valor razonable de un activo, será aquel que indique su valor justo. Dicho de otro modo, el valor lo más aproximado al valor real actual. Lo que nos ofrecerían por venderlo ahora mismo.

El valor razonable será la cantidad que se pagará por un activo o pasivo en una transacción ordenada, es decir, en una transacción sin presiones, en la que comprador y vendedor actúen con total libertad. Por tanto, no podremos hablar de valor razonable si se produce una venta en la que las partes sufran presiones o actúen condicionadas.

Este término se utiliza en las normas internacionales de información financiera (NIIF) y en ellas se detalla que el valor razonable de un activo estará basada en el precio que ofrece el mercado.

Valor razonable y mercado activo

El valor razonable se calculará de acuerdo a un valor fiable de mercado y según las NIIF la mejor referencia para obtener o calcular el valor razonable será el precio cotizado en un mercado activo. Siempre y cuando este exista, en caso contrario debemos aplicar los modelos de valoración adecuados.

Sabiendo esto, y obviando las excepciones tenemos dos formas de saber el valor razonable de un activo o pasivo:

  • Precio cotizado. Siempre que el mercado en el que cotice sea transparente y observable. Por ejemplo, el valor de una acción que cotice en una bolsa de valores reconocida y regulada.
  • Estimación por modelos: Cuando el precio no es observable de forma directa, se recurre a una serie de modelos, según el activo o pasivo específico, para valorarlo. Estos modelos tratan de tener en cuenta la máxima información posible.

Aquellos activos  cuyo valor razonable no pueda obtenerse de forma fiable se valorarán por su coste amortizado o por su precio de adquisición o coste de producción, restándole las correcciones de valoración como las amortizaciones y deterioros.

Adicionalmente, hemos de destacar que lo explicado anteriormente es también válido para los pasivos. Los pasivos también han de valorarse en una operación y es necesario hacerlo de la manera que indican las normas contables.

Ejemplo de valor razonable

Por último, no debemos confundir valor razonable con valor real. Por ejemplo, una acción puede tener un precio de mercado (valor razonable) de 10 dólares, pero no necesariamente ser la valoración más ajustada a la realidad. Ahora bien, una cosa es la valoración de activos financieros y otra las normas contables. El valor razonable según las NIIF será de 10 dólares, pero la valoración del activo por una analista podría ser de 15 dólares.