Valor neto

El valor neto es, por tanto, el valor que se obtiene al realizar deducciones al valor bruto. Estas reducciones pueden corresponder a impuestos o retenciones de otro tipo. Por ejemplo, aquellas con fines provisionales.

Por ejemplo, podemos referirnos al caso de una venta. El valor neto podría considerar un determinado descuento, quizás un cupón que el usuario está canjeando y que consiguió por ser cliente recurrente del establecimiento.

Entonces, imaginemos que el valor bruto de la venta era de 100 dólares. Sin embargo, el cliente aplica el uso de un cupón de 3 dólares. Por tanto, el neto de la operación es de 97 euros.

Debemos tomar en cuenta que no todas variables económicas presentan valores bruto y neto. Sin embargo, sí algunas importantes.

En la cuenta de resultados cabría destacar el beneficio neto. Este no es más que el valor neto de las utilidades de la firma.

Así, el margen bruto solo ha considerado como descuento los costes directos de los bienes vendidos. En cambio, el beneficio neto incluye los gastos administrativos, los costes financieros (intereses), amortizaciones, depreciaciones e impuestos.

Cabe señalar que para el cálculo del beneficio neto no solo se incluyen descuentos, sino que existen ciertos ingresos. En este sentido, por ejemplo, aquellos que se obtienen por una variación en el tipo de cambio.

El valor neto de un salario es aquel que resulta de descontar aportes para la jubilación, impuestos y otras deducciones. A esto se le conoce como renta neta.

Otro caso particular es del neto realizable. Este corresponde al precio al que se puede vender un activo. Esto, restando todos los costes en los que se tendría que incurrir para concretar la transacción.