Tipos de informe de auditoría

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Existen distintos tipos de informe de auditoría, según a la valoración que realice un auditor acerca de unos determinados estados financieros. Medirán la fiabilidad de dichos estados y si se ajustan a la imagen fiel de la empresa.

Los distintos tipos de informe de auditoría que pueden presentarse en el día a día de la auditoría empresarial varían en relación al punto de vista del auditor.

Tras una pertinente evaluación de los estados financieros de una empresa en observación, el profesional auditor dictamina unas conclusiones u opiniones por medio de un informe. Es decir, pone en juicio de valor las cuentas anuales aportadas por la sociedad mercantil y las analiza desde un prisma legal y económico.

Por otro lado, el auditor se ajusta a la regulación normativa existente de cara a realizar su valoración. En base al marco legal en el que desarrolle su actividad la empresa, este emitirá un certificado más o menos favorable basándose en las tipologías de informes más habituales.

Principales tipos de informe de auditoría existentes

Atendiendo a su beneplácito o negación sobre la información estudiada y si esta se ajusta a la imagen fiel de la compañía, redactará un tipo de informe u otro:

  • Opinión limpia o sin salvedades. Es la más buscada por la empresa ya que dictamina que su actuación es correcta, así como la información financiera que transmite externamente. Es decir, se amolda a la norma y da una imagen fiel.
  • Opinión con salvedades. En ocasiones el profesional de auditoría localiza una serie de puntos discutibles o susceptibles de revisión que imposibilitan que la imagen sea completamente fiel a la empresa. Esto sucede en la mayoría de ocasiones por errores en la presentación de datos, la posible omisión de información o el cambio de criterios legales en el periodo que se trate sin haber realizado la adaptación a la nueva normativa. Habitualmente no conlleva ninguna consecuencia fiscal ni administrativa pero sugiere su revisión y corrección futura.
  • Opinión adversa o negativa. En esta modalidad el auditor constata que la información dada para revisión no se ajusta al marco normativo y debe ser corregida. Los estados financieros no dan fielmente la imagen y el estado real de la compañía. También es conocida como opinión desfavorable, y el auditor está obligado a argumentar su decisión en base al marco normativo existente.
  • Abstención u opinión denegada. Esta opinión se da cuando existe una limitación al alcance del trabajo del auditor y esto no le ha permitido obtener evidencia suficiente para emitir un juicio sobre si las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la empresa. Esta es la peor solución para la empresa, ya que el auditor no puede emitir una opinión sobre las cuentas anuales.