Tipos de acoso laboral
Los tipos de acoso laboral son las distintas formas en las que un trabajador puede ser hostigado. Esto, por parte de compañeros que están a su nivel o de superiores (jefes).
El acoso laboral puede clasificarse principalmente en base a dos criterios. Estos son la jerarquía de la persona que lo ejerce y el objetivo del acto de abuso.
Tipos de acoso laboral según quién lo ejerce
El acoso laboral, en función al rango del abusador, puede clasificarse en tres:
- Acoso vertical descendente o bossing: Cuando un jefe ejerce acoso laboral en contra de su(s) subordinado(s). Esto, abusando de posición de superioridad, y mediante diversas acciones: Asignación de una sobrecarga laboral, rechazo a las iniciativas del empleado, represión en público, amenazas de despido en caso no se cumplan los objetivos trazados, entre otros.
- Acoso horizontal o mobbing: Cuando la persona es acosada por compañeros que están a su mismo nivel dentro del organigrama de la empresa. Se puede ejercer de distintas maneras como el aislamiento social, burlas, trato indiferente, entre otros.
- Acoso vertical ascendente: Este tipo de acoso se da cuando el jefe es hostigado por su personal a cargo. Dicha conducta sucede, por ejemplo, cuando los subordinados se niegan a seguir órdenes o a cumplir objetivos. Es decir, cuando existe una negativa a aceptar a la autoridad del superior.
Acoso laboral según su fin
De acuerdo al objetivo del acto, los tipos de acoso laboral pueden ser los siguientes:
- Acoso estratégico: Forma parte de un plan de la empresa para reducir costos. Así, se hostiga al trabajador, por ejemplo, sobrecargándolo de tareas, para que se vea incentivado a retirarse de la organización. De ese modo, la compañía podría, si fuera el caso, evitar el pago de la indemnización que correspondería por un despido injustificado.
- Acoso por dirección: Es aquel que se ejerce por no cumplir con las expectativas de la gerencia, por ejemplo, de alcanzar un número mínimo de ventas. Puede darse a través de la humillación o de amenazas de despido, por ejemplo.
- Acoso disciplinario: Se ejerce con el objetivo de que una persona se comporte de una determinada manera, infundiendo el miedo también en los otros trabajadores. Puede ser, por ejemplo, que una empleado no desee participar de una determinado evento propuesto por la gerencia. En consecuencia, se le comienza a excluir de otras actividades.
- Acoso perverso: No tiene un fin determinado. Su única motivación es el ejercicio autoritario de un cargo (en caso sea bossing) o la antipatía hacia un compañero de trabajo. Este tipo de conducta tiene como origen el carácter abusivo del acosador.
Acoso laboral por género
Una mención aparte merece el acoso laboral por género, que es aquel que se ejerce hacia las mujeres. Esto se da principalmente por prejuicios que arrastra la sociedad.
La evidencia demuestra que las mujeres muchas veces no son consideradas para desempeñar ciertos cargos directivos. Esto, porque (incluso inconscientemente) se cree que los hombres son más capaces para ocupar dichos puestos.
Además, es sabido que un importante porcentaje de mujeres sufre acoso sexual por parte de sus compañeros de trabajo o de sus superiores. Así, en ocasiones las víctimas no son escuchadas o prefieren no denunciar por vergüenza.