Test A/B
El test A/B es aquel que desarrolla dos versiones diferentes de un mismo elemento para evaluar lo que funciona de forma más óptima. Se trata normalmente de poner en marcha anuncios de prueba que ofrecen datos reveladores sobre cuál de ellos es más aceptado por la audiencia.
Es decir, en este tipo de test, lo que se suele hacer es crear dos versiones diferentes de un elemento o un anuncio y comprobar cuál de estas opciones tiene mejor aceptación. Posteriormente, se lanzará al mercado de forma genérica la mejor valorada.
El test A/B es una forma muy útil de saber lo que más atrae a las personas en relación con un anuncio. Es algo que muchas marcas llevan a cabo a la hora de lanzar sus artículos, comprobando previamente lo que más llama la atención.
Hay que tener en cuenta que, a la hora de crear las distintas composiciones para probar cómo son recibidas estas por la audiencia, se pueden variar los elementos utilizados. Por ejemplo, colores, letras o imágenes.
Cuando una empresa recibe los resultados de este impacto, utiliza este tipo de recursos o anuncios como base para su publicidad online, por ejemplo.
¿Qué tipos de elementos se pueden testear y valorar en un test A/B?
Estos son los elementos más destacados a valorar en un test A/B:
- Las imágenes que se incluyen y la disposición de estas en el formato.
- El tipo de letra y el mensaje que se incluye.
- La estructura de presentación y la articulación de los elementos en torno a ella.
- Se puede valorar también el grado de extensión del anuncio, los formularios que se emplean o incluso si hay casillas para rellenar datos.
¿Para qué sirve un test A/B?
Un test de este tipo es muy útil por las siguientes cuestiones:
- Permite valorar la interacción y la aceptación de los anuncios con el objetivo de saber lo que funciona mejor para la marca.
- Es importante porque puede ayudar a mejorar determinadas técnicas o estrategias. Por ejemplo, una web, una landing page o un anuncio de publicidad.
- Estos tests se muestran de forma aleatoria a una serie de usuarios y a partir de ahí se puede analizar con detalle lo que mejor funciona. A través de las estadísticas que se generan, la comprobación de los clics en las distintas opciones o la cantidad de suscriptores, permiten adivinar la mejor opción para su posterior empleo por parte de la empresa.
Ejemplo de test A/B
Una empresa decide lanzar un nuevo artículo, unas zapatillas deportivas para deportistas profesionales y amantes del deporte. Para ello, elabora dos anuncios para testear cuál funciona mejor entre los usuarios.
Utiliza diferente tipografía, imágenes distintas y en uno de ellos un mensaje más largo. A través de este tipo de test, conocerá la opción que mejor funciona y basándose en ello escogerá el anuncio que mejores resultados obtenga para su posterior puesta en práctica.