Teorema de la telaraña
El teorema de la telaraña es un modelo que representa y explica cómo se alcanza el equilibrio en determinados mercados. Esto, cuando las decisiones de producción y de consumo están alejadas en el tiempo.
Según el teorema de la telaraña, el mercado se adapta a una determinada modificación o proceso de reajuste. Es decir, la producción es cambiante o discontinua. Este tipo de situaciones suele aparecer en mercados de libre competencia.
Un caso donde aplica el teorema de la telaraña es, por ejemplo, el mercado agrícola donde existe un periodo de espera entre la producción y la decisión de consumo de los demandantes.
Por lo anterior, el precio del trigo, por ejemplo, no es el mismo en el momento que se cultiva que cuando se recolecta. Entonces, muchos productores deciden protegerse de la variación de precios mediante derivados financieros.
También suele aparecer este teorema en situaciones en las que existe un precio demasiado alto, lo que provoca un exceso de oferta. Es decir, si bajara el precio se daría mejor salida a la producción. No obstante, a dicho nuevo precio también bajaría la cantidad ofrecida, creándose entonces un exceso de demanda.
Si siguiéramos así sucesivamente, cediendo terreno entre oferta y demanda, acabaríamos alcanzando un punto de equilibrio. Gráficamente este proceso tiene forma de telaraña, y de ahí el nombre del concepto.
Modalidades del teorema de la telaraña
Dependiendo de las elasticidades de demanda y de oferta se desarrollarán dos escenarios diferentes:
- Modelo de equilibrio inestable o explosivo: En lugar de darse este acercamiento a la situación de equilibrio, como explicamos líneas arriba, actúan fuerzas de alejamiento. Sucederá cuando la elasticidad de la oferta y la elasticidad de la demanda sean ambas inelásticas. Es decir, los agentes no son muy sensibles a cambios en los precios.
- Modelo de equilibrio estable: Las fuerzas actúan para conducir al mercado hacia el equilibrio. En este caso, los productores y consumidores sí responden a cambios en los precios.
Ejemplo del teorema de la telaraña
Podemos tomar como un sencillo ejemplo el mercado de helados. En días normales, la demanda puede ser de 40 helados, mientras que en día calurosos sube hasta 300. Así, los vendedores pueden aprovechar este cambio en la demanda para aumentar el precio de venta.
Habría ventajas tras este cambio: los demandantes podrían conseguir el helado y los vendedores obtendrían mayor nivel de ganancias dado ese nivel de demanda que abastecen.
Sin embargo, una sobreproducción también puede traducirse en ocasiones en menores ganancias, pues se habrá reducido la escasez y los demandantes no valorarán en ese punto el bien.
En resumen, este teorema está considerado como un modelo económico útil a la hora de predecir problemas de expectativas de precios y excesos de oferta o demanda en un mercado.