Tecnología industrial
La tecnología industrial consiste en la optimización de procedimientos y recursos que abarcan el sector de la industria en general.
Este sector lo compone en su mayoría el sector secundario, aunque puede estar presente en el resto de sectores de una forma directa (proceso de empaque del producto) o indirecta (distribución del producto o servicio).
Por tanto, se puede afirmar que si la tecnología industrial experimenta una mejora directa, indirectamente podrá repercutir positivamente en el resto de sectores de una forma u otra.
¿Para que sirve la tecnología industrial?
Esta tecnología se encarga como otras tecnologías de hallar la forma de mejorar los procesos de una actividad o conjunto de actividades. Por ello, mas allá de conseguir la eficiencia de costes, el papel de la eficiencia industrial es crucial.
En este sentido, optar por un activo local o de un rincón del mundo es casi igual de accesible, por lo que adquirir los productos o servicios más baratos está al alcance de casi cualquiera. La diferencia radica cuando todas las empresas adoptan una misma estrategia de eficiencia de costes, pero no la misma en términos industriales.
Es decir, una tienda de ropa local es capaz de adquirir materias primas en el mismo país que una gran cadena de ropa, pero no producir con la misma eficiencia. Ambas empresas consiguen la materia prima al mismo precio pero el proceso de producción genera un valor añadido que la tienda local no puede en principio, igualar. Es pues, en el proceso productivo donde entra en acción la tecnología industrial en la búsqueda de nuevos procesos, o mejorar los ya existentes.
Ejemplos de tecnología industrial
Además del ejemplo anteriormente expuesto, nos podemos encontrar casos de un uso notable de este tipo de tecnología en:
- Transporte: En el caso del transporte la eficiencia conseguida desde los vehículos fabricados hace 20 años a los de ahora no sólo se refleja en el consumo de combustible, sino en el abaratamiento de costes producción y de su mejora de seguridad.
- Suministros: Evitar el despilfarro en materia energética puede ser una constante en todas las empresas. No es lo mismo una maquinaria que produce el mismo volumen de productos, que otra que también produce ese número pero con un coste menor de energía. Ejemplos son los trenes y ferrocarriles que funcionaban a base de carbón, en contraste con los que funcionan con energía eléctrica.
- Cadenas de producción: Conseguir un aumento en la eficiencia o productividad en una cadena de producción es uno de los objetivos más demandados hacia este tipo de tecnología y por ende, hacia los ingenieros industriales. Ejemplos son las cadenas de producción de vehículos o las grandes manufactureras del sector textil.
- Otros sistemas y metodologías: Por último, nos encontramos ante la mejora de procesos y procedimientos, sean en forma de sistemas o metodologías. Ejemplos son los sistemas informáticos y las metodologías ágiles, ambas tecnologías que ayudan a la gran mayoría de sectores a aumentar su grado de productividad y eficiencia.
Aunque estos son algunos de los campos en los que podemos encontrarnos cómo la tecnología industrial ha influido en algunas actividades, existen infinidad de actividades en las que la tecnología industrial participa de forma activa.