Soberanía

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La soberanía es la capacidad o derecho de regir las directrices políticas, administrativas y económicas de un determinado territorio. Por lo tanto se considera como el poder más elevado en una sociedad.

El ejercicio de la soberanía representa la posesión de un nivel de autoridad máximo, ya sea sobre otros miembros de la comunidad o en determinados ámbitos del día a día.
La máxima diferencia entre un individuo o una agrupación soberanos es el poder en la toma de decisiones que afecten tanto a sí mismos como al resto.

Desde el punto de vista político y económico, el hecho de poseer soberanía supone que un estado tenga la posibilidad de autogestionar los variados ámbitos de su vida pública y administrativa con independencias de otras comunidades externas.

Origen de derecho de soberanía

En las civilizaciones de la antigüedad, y progresivamente hasta los últimos siglos, el derecho natural o divino han regido a la hora de considerar a los personajes soberanos de las distintas sociedades.

Esto significa que era una ley superior (principalmente debido a motivos religiosos) la que legitimaba a un caudillo o un rey para dirigir su nación y establecer un gobierno.

Con la evolución de la historia del hombre otros factores han influido decisivamente en este orden, como el poder estratégico militar, la posesión de tierras y propiedades en el antiguo régimen o el éxito comercial y económico con la aparición de la burguesía y su acceso a los órganos de poder.

Más recientemente, y gracias al desarrollo de la democracia moderna, esta capacidad decisoria ha derivado gradualmente hacia un mayor espectro social dando lugar a diversos tipos de soberanía que cuentan con órganos de representación (como lo son los parlamentos y las cortes constitucionales de los países).

Tipos de soberanía

Atendiendo al núcleo sobre el que recaiga la capacidad de toma de decisiones, es posible distinguir distintas formas de soberanía:

  • Individuales o de élite. Un individuo soberano o una minoría con poder relevante cuentan con la capacidad de dirigir un territorio y la vida de sus ciudadanos de forma directa. Es el caso de las monarquías absolutas o de autocracias como una dictadura.
  • Representativas. La autoridad recae sobre la población, que para facilitar la tarea de gobernabilidad y la defensa de sus derechos y libertades vuelca su poder de decisión indirecta sobre unos órganos representantes. Algunos ejemplos de esta tipología son la soberanía nacional o la soberanía popular. La democracia parlamentaria actual es una aproximación a estos modelos.