Riesgo político

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El riesgo político es la posibilidad de que la actividad económica de un país o sector se vea afectada por las decisiones de un Gobierno.

Es decir, este tipo de riesgo es aquel directamente relacionado con la coyuntura política, la misma que puede llevar a cambios, por ejemplo, en la política de comercio exterior o en la tributaria.

Para explicarlo en palabras más sencillas, el riesgo político es la probabilidad de que cambien las reglas de juego. Así, al modificarse el marco normativo las empresas pueden verse afectadas, por ejemplo, pagando mayores impuestos.

Características del riesgo país

Las principales características del riesgo país son:

  • Suele denominarse también con el término riesgo país.
  • Usualmente aumenta en procesos electorales, sobre todo, si los resultados son inciertos, o si las posibles autoridades electas causan desconfianza en los inversionistas.
  • Está estrechamente vinculado a la estabilidad de las instituciones y de las políticas públicas en el tiempo. Así, cuanta menos incertidumbre exista respecto las decisiones del Gobierno, menor será el riesgo político.
  • Hasta ahora nos hemos referido a lo que se puede catalogar como riesgo legal-gubernamental, es decir, que se origina por decisiones de las propias autoridades. Sin embargo, también existe un riesgo político extralegal vinculado a factores externos a la estructura del Gobierno como, por ejemplo, el terrorismo o los conflictos bélicos.

Tipos de riesgo político

El riesgo político puede clasificarse en dos:

  • Macroeconómico: Decisiones que afectan a la economía en su conjunto como, por ejemplo, aumentar el impuesto al valor agregado.
  • Microeconómico: Cuando el impacto se registra en un sector o actividad específica. Por ejemplo, si el Gobierno decide aumentar el impuesto a las bebidas alcohólicas para desincentivar su consumo en la población.

Ejemplo de riesgo político

Un ejemplo de riesgo político puede ser, por ejemplo, el que se vive ante un cambio de Gobierno que genera incertidumbre. Así, puede ser que el presidente electo del país A haya prometido llevar a cabo medidas para proteger a la industria textil local.

Lo anterior genera preocupación entre los empresarios del país A que hacen negocio importando prendas para venderlas. Igualmente, pueden salir afectados las empresas (o empresarios) extranjeros que exportan, por ejemplo, del país A hacia B.