Rentabilidad bruta

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La rentabilidad bruta de un inversor equivale a sus ingresos sin detraer los gastos asociados a la inversión.

La rentabilidad bruta es lo contrario a la rentabilidad neta, que sí resta los gastos asociados.

Aunque habitualmente nos referimos a ella en términos empresariales, es un concepto utilizado en una gran variedad de campos. Por ejemplo, podemos hablar de la rentabilidad bruta que obtuvimos al invertir en el fondo de inversión X o en la venta de una casa de campo.

Fórmula de la rentabilidad bruta de una empresa

En la esfera empresarial, la rentabilidad bruta aparece reflejada en la cuenta de resultados o pérdidas y ganancias de los estados financieros de la compañía. Refleja la capacidad de una compañía para generar beneficios mientras atiende sus costes de producción y permite detectar por qué los ingresos fluctúan atendiendo a los ingresos por ventas y los costes asociados.

Su cálculo:

Los costes directos son los costes intrínsecamente relacionados con la fabricación de los productos. Son costes variables, ya que varían según la cantidad de producto fabricado: a mayor nivel de producción, mayor implicación en costes. Y viceversa. Estos suelen ser los siguientes, entre otros:

  • Materia prima.
  • Inventario.
  • Mano de obra directa, representada por los salarios de los trabajadores de producción.
  • Gastos de reparación de maquinaria o equipos.
  • Gastos de envío.
  • Etc.

Sin embargo, a diferencia de la rentabilidad neta, la rentabilidad bruta no tiene en cuenta los costes fijos que enfrenta la empresa, derivados de su actividad ordinaria, y que tienen lugar con independencia del número de unidades de producto fabricado. Estos son los costes operativos, por ejemplo: salarios, alquileres, seguros, marketing, etc. Tampoco tiene en cuenta los gastos financieros, amortizaciones e impuestos.

Interpretación de la rentabilidad bruta

En este sentido, una empresa podría ser muy rentable en la producción de sus bienes, pero también llevar una gestión financiera o de marketing y publicidad desastrosa que mermara su rentabilidad.

Con todo, la rentabilidad bruta incide significativamente en el beneficio neto de la compañía y es un indicador clave en la evaluación de la rentabilidad de su actividad core. Todas las empresas tratan de aumentar el nivel de ingresos y reducir el de costes directos con el objetivo de aumentar su rentabilidad.

No obstante, la rentabilidad bruta (o la neta) no debe utilizarse como único indicador, sino que debe complementarse con el cálculo de otros que permitan determinar si estamos frente a un negocio exitoso, o no.