Organización Internacional del Trabajo (OIT)
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un organismo dependiente de las Naciones Unidas (ONU). Este se ocupa de asuntos relacionados con el trabajo y las relaciones laborales. Surgió en 1919, como consecuencia del Tratado de Versalles y con la finalidad de impulsar un trabajo digno.
Aglutinando a trabajadores, Gobiernos y empresarios, la OIT establece normativas laborales en aras de un empleo decente. Así, la filosofía de la OIT supone que, con trabajos decentes, se alcanzará la prosperidad económica y la paz social.
Principales objetivos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)
Las grandes metas que la OIT se ha marcado, abarcan cuatro áreas de actuación:
- Fomentar el respeto a las normativas laborales y a los derechos de los trabajadores.
- Lucha por unos salarios dignos para los trabajadores.
- Una mayor protección social de los trabajadores.
- Impulsar el diálogo y la negociación entre Gobiernos, empresarios y trabajadores.
Para tratar de alcanzar estos objetivos, la OIT establece normativas laborales, elabora programas a nivel internacional, con el objetivo de fortalecer los derechos fundamentales y las condiciones sociales y laborales, e impulsa la cooperación técnica en materia laboral a nivel internacional.
Funcionamiento de la OIT
Se define a la OIT como una organización tripartita, pues incluye a empresarios, Gobiernos de los Estados miembros y trabajadores. Su función es apoyar el diálogo entre empresarios y sindicatos en lo referente a las políticas sociales y económicas.
La estructura interna de la OIT es la siguiente:
- Conferencia Internacional del Trabajo: Además de ser el órgano que decide sobre las normativas de trabajo, también servirá como organismo de debate de cuestiones sociales y laborales. También se ocupa de la aprobación del presupuesto de la OIT.
- Consejo de Administración: Ostenta el poder ejecutivo. En otras palabras, lleva a cabo los programas de la OIT y se ocupa de los aspectos presupuestarios de la organización.
- Oficina internacional del trabajo: Es el organismo supervisor. Se encarga de las funciones de control del Consejo de Administración.
Cabe señalar que el trabajo realizado por el Consejo de Administración será asesorado por comisiones que cuenten con expertos aportados por empresarios, Gobiernos y organizaciones sindicales.
Por otra parte, se realizan reuniones de los países miembros de la OIT cada cierto tiempo para abordar las cuestiones laborales y sociales de mayor importancia.
¿Cuáles son los campos de actuación de la OIT?
Para que las normas internacionales de la OIT tengan efecto, existe un sistema de supervisión y control. En otras palabras, la OIT vela por que se cumplan los convenios firmados.
Para ello, la organización supervisa de manera regular el modo en el que se están aplicando los convenios e indica en qué áreas se podría mejorar. Más aún, la OIT puede brindar asesoramiento a los Estados miembros.
La cooperación al desarrollo es otro de los grandes campos de actuación de la OIT. Para ello, la OIT promueve programas que apuestan por el empleo digno. En estos, se pide el compromiso de los empresarios, Gobiernos y trabajadores, con el fin de que se impliquen.
En resumen, se trata de llevar a cabo políticas que permitan un desarrollo sostenible y que, al mismo tiempo, se traduzcan en trabajo decente.
El programa y el presupuesto de la OIT
El programa y el presupuesto de la OIT deberán contar con el visto bueno de la Conferencia Internacional del Trabajo cada dos años.
Así, el programa y el presupuesto marcan los objetivos a alcanzar a dos años vista, los recursos que se destinarán para lograrlos, a la vez que aprobará los gastos que se consideren pertinentes.
Pero, ¿de dónde obtiene financiación la OIT?
Principalmente, a través de tres vías:
- A través de las contribuciones prorrateadas de los países que la integran.
- Mediante aportaciones voluntarias de los socios principales.
- De las aportaciones procedentes de organismos públicos, instituciones financieras y organismos dependientes de la ONU.