Organigrama analítico

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Un organigrama analítico es aquel cuyo fin es analizar el comportamiento organizacional a través de una información que se presenta de forma global.

Por tanto, podemos decir que es una fotografía de la empresa y de aquello que nos interesa conocer de ella.

Por ejemplo, un presupuesto y sus fases, el personal de un determinado departamento o sección, un estudio de las relaciones informales o ciertas partidas de gasto. En definitiva, aporta información necesaria para el análisis y la toma de decisiones.

Cómo hacer un organigrama analítico

Para poder llevar a cabo este y cualquier otro tipo de organigrama, conviene seguir ciertos pasos. Pero lo primero es saber qué queremos cuando decidimos realizarlo. A continuación mostramos las fases para crearlo.

  • En primer lugar, al ser de tipo analítico, debemos conocer la empresa a fondo. Cuales son sus departamentos o áreas , como se organizan y quién depende de quién. El objetivo es decidir qué queremos mostrar, cómo se hace y quién lo hace.
  • Una vez sabemos qué vamos a incluir, el siguiente paso será elegir la forma de hacerlo. Esto a su vez tiene relación con los tipos de organigramas. Así, tendremos que optar entre uno general o específico o en otro orden, de tipo funcional o por departamentos.
  • Otro paso importante es la forma en que lo mostraremos. Puede ser vertical, horizontal, mixto, por bloques o circular. Todo dependerá de los subniveles que tenga o del objetivo, de manera que sea visualmente fácil de interpretar.
  • Por último, disponemos de diferentes herramientas para realizarlos. Desde una hoja de cálculo y la opción SmartArt, hasta aplicaciones específicas como Cmap Cloud. El objetivo es facilitar el trabajo a la hora de realizarlos.

Un ejemplo, un presupuesto de gastos

Veamos un ejemplo. Imaginemos que queremos hacer un organigrama analítico sobre el proceso que conlleva un presupuesto de gastos en nuestra empresa. La idea es incluir las fases y los responsables de cada una de ellas.

Vemos que este requiere de una serie de pasos. Desde el inicio, con el estudio de las necesidades, hasta el final, con la correción de las posibles desviaciones. A veces hay etapas en que los responsables son los mismos que en otra anterior.

En definitiva, con un organigrama analítico los empleados y directivos siempre saben qué tienen que hacer. Todo queda detallado y cada cuál conoce su responsabilidad y que se espera de su trabajo. Por otro lado, generar una serie de procesos o protocolos en las diferentes tareas que permite un mejor control de su eficacia y eficiencia.