Muestreo de aceptación
El muestreo de aceptación es el proceso a través del cual se analiza una muestra para admitir o descartar una población. Lo utilizan en los controles de calidad de aquellos productos que resulta muy costoso e incluso imposible de analizar al 100% de la población.
Es decir, el muestreo de aceptación consiste en analizar una muestra, y a partir del resultado se acepta o se rechaza la respectiva población.
Las empresas que trabajan con productos para su transformación o directamente realizan una actividad de comercio, tanto al por mayor como al por menor, deben garantizar la calidad de sus productos.
Para ello, lo más común es realizar controles de calidad puntuales que permitan analizar los productos y comprobar que su estado es el adecuado. Para poder realizar este control de calidad, en muchas ocasiones es imposible analizar el 100% de las unidades de un lote.
En este caso, el encargado del análisis escoge una muestra de todo el lote para dictaminar si cumple con los criterios de calidad o si, por el contrario, debe devolverse al proveedor. Este tipo de análisis es el muestreo de aceptación. Se trata de un contraste de hipótesis con el que se aceptará que el producto cumple con lo mínimos exigidos o será rechazado.
Por ejemplo, si tenemos un taller de coches y hacemos un pedido de 1.000 neumáticos, será imposible analizar uno por uno. Bajo esta circunstancia, analizaremos algunos de ellos para aceptar o rechazar el pedido.
Características del muestreo de aceptación
El muestreo de aceptación reúne las siguientes características:
- No ofrece información acerca del 100% de la población.
- Es un método que permite ahorrar muchos recursos a quien lo utiliza, ya que no requiere analizar toda la población.
- Con una muestra representativa, los resultados serán muy fiables.
- La muestra se selecciona de forma aleatoria.
- Lo utilizan en los controles de calidad.
Ejemplo de muestreo de aceptación
Imaginemos que somos los propietarios de una fábrica de botellas de cartón reciclado. En nuestra empresa compramos el cartón a un proveedor y nos encargamos de darle forma y aplicarle el pegamento para que sea consistente.
Para poder garantizar la calidad de nuestro producto, realizamos controles aleatorios de calidad a algunos paquetes de cada lote de cartón reciclado que nos envía nuestro proveedor.
La muestra elegida se analiza en nuestro laboratorio y se valora si cumple con el estándar de calidad acordado. Tras analizar un paquete del último lote recibido, comprobamos que el grosor del cartón es inferior al acordado en el contrato, lo que puede hacer que nuestras botellas se rompan y generen problemas al cliente.
Decidimos devolver este lote completo al proveedor ya que en nuestro muestreo de aceptación hemos detectado que no se ha cumplido con lo acordado.
En conclusión, el muestreo de aceptación es un proceso utilizado en los controles de calidad para verificar que un determinado producto cumple con los niveles mínimos acordados en un contrato. También puede utilizarse, por ejemplo, en inspecciones de sanidad para garantizar que el alimento analizado está en buen estado.