Microrobótica

En otras palabras, trata de desarrollar artefactos pequeños e incluso microscópicos que pueden llegar a realizar tareas de complejidad notable.

El origen de la microrobótica proviene de la década de los 70’. En esos años EEUU estaba en plena investigación y desarrollo de pequeños robots capaces de poder interceptar comunicaciones enemigas en pleno campo de batalla, pero sin demasiado éxito. Otro uso que tuvo más relevancia fue el que se orientó hacia el departamento de inteligencia.

Pero no fue hasta la década de los 90’ cuando realmente se pudo desarrollar de forma satisfactoria, ya que este tipo de tecnología necesita de ciertos avances que hasta hace apenas unos años no estaban vigentes.

La microrobótica es un sector en auge que posee una capacidad de crecimiento aún por determinar. Si bien es cierto que se están llevando a cabo avances, aún nos queda por descubrir el verdadero potencial de este sector.

Para poder comprender mejor de qué es capaz la microrobótica, a continuación vamos a exponer un par de ejemplos de su uso en la vida diaria:

• El ‘robots hormiga’. Son microrobots que pueden llegar a arrastrar 2.000 veces su propio peso. Sirven entre otras cosas, para experimentar en versiones en desarrollo de otros robots a mayor escala.
• Los clásicos microrobots estáticos u orientado en tareas fijas. Ejemplos de estos son los que tienen funciones simples, tales como rastrear vía GPS, limpiar o explorar lugares no accesibles.

Como podemos observar es una ciencia y tecnología que aún posee un alcance por determinar. El desarrollo de la microrobótica es una de las grandes bazas del siglo XXI junto con su versión ‘mini’, la nanorobótica.