Liquidación diaria de pérdidas y ganancias (mark to market)
La liquidación diaria de pérdidas y ganancias (mark to market en inglés) es una forma de contabilizar las pérdidas y ganancias en una operación de una cartera de inversión formada por activos financieros, valorándose el registro contable de todas las posiciones abiertas en base a los precios actuales de mercado.
Estos nuevos precios son los que determinarán las nuevas garantías que el inversor tendrá que reponer en su cartera y mitigará un control erróneo de las posiciones de los clientes de las entidades financieras.
Este modelo es muy útil para que las entidades puedan presentar sus contabilidad acerca de sus declaraciones de ganancias. A su vez, es un modelo que utilizan muchas instituciones ya que permiten medir los riesgos financieros en tiempo real y las posiciones de apalancamiento de sus clientes o llamadas de margen (margin call) y permiten tomar acciones para que los clientes cumplan con sus obligaciones de cubrir las garantía de mercado.
Esta valoración se tiene muy en cuenta especialmente en productos como derivados financieros o la compra-venta a crédito, pero también en la contabilidad de una empresa dónde los activos son registrados en los libros por su precio real o valor en libros.
Ejemplo de liquidación diaria de pérdidas y ganancias
Debemos tener en cuenta que una entidad financiera tiene que liquidar las posiciones de sus activos con el cliente y con el mercado.
- La liquidación de las posiciones con el cliente se hace en tiempo real, de tal forma que el cliente podrá ver el beneficio o pérdida de su cartera en tiempo real así como su liquidación en caso de que cierre sus posiciones vivas.
- La liquidación con el mercado se suele hacer a través de la posición anotadora de la entidad financiera con las cámaras de compensación así como con las entidades depositarias y suele realizarse en D+1. El procedimiento se realiza a través de movimientos de saldos globales de todos los clientes, dónde se puede ver el total de garantías a aportar y luego la entidad ajusta a cada cliente la garantías de forma correcta en base a los activos que negocie. A su vez, se concilian los títulos de cada valor que tiene la entidad con su custodio para comprobar que la entrega de los valores casa con las operaciones de los clientes.
Veamos un ejemplo muy sencillo de una operación en tiempo real y su liquidación de pérdidas y ganancias:
Pedro compra un Futuro del Eurostoxx50 a un precio de 3.000 puntos y decide venderlo al cabo de dos horas a un precio de 3.020 puntos. Para ello deposita unas garantías de 8.000 euros, teniendo 10.000 euros en cuenta y paga por operación 2,50 euros:
La liquidación de la operación es la siguiente en los movimientos de la cuenta de efectivo:
Devolución garantías 8.000 euros H (Haber)
Comisión operación 5 euros D (Debe)
Beneficio operación 200 euros H (Haber)
Saldo total 10.195 euros H (Haber)
Debemos tener en cuenta que el multiplicador por contrato del indice es de 10 euros. Por tanto, como Pedro ha ganado 20 puntos en la operación, tenemos que el beneficio es de 200 euros. Decimos que el multiplicador es de 10 euros porque los contratos de Futuros tienen condiciones contractuales estándar y, en este caso en cuestión, el multiplicador del Futuro del Eurostoxx50 es de 10 euros, siendo la fórmula de beneficio en este ejemplo la siguiente:
Beneficio total= Beneficio operación * Multiplicador= 20 puntos * 10= 200 euros