Libra esterlina

La libra esterlina es la moneda con mayor antigüedad en circulación. Así, cabe destacar que es uno de los activos de mayor transacción en el mercado internacional de divisas.

Dado lo anterior, la libra esterlina forma parte de la cesta de monedas consideradas para el cálculo del Derecho Especial de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto, junto con el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y el yuan chino.

Cabe explicar que el DEG es una especie de divisa creada y utilizada por el FMI para que funcione como activo de reserva y como unidad de cuenta. Sus tenedores pueden cambiarlos por divisas como euro, dólar u otras monedas fuertes.

La libra esterlina tiene influencia en las siguientes jurisdicciones: Territorio Antártico Británico, Islas Malvinas, Gibraltar, Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, Territorio Británico del Océano Índico, Isla de Man, Guernsey y Jersey.

En todos estos territorios cuentan con una moneda local, pero fijadas en relación a la libra esterlina.

Se encuentran en circulación billetes de 5, 10, 20 y 50 libras esterlinas. Respecto a las monedas metálicas, se encuentran de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 peniques, así como de 1 y 2 libras esterlinas.

Cabe destacar que estos billetes y monedas son emitidos por el Banco de Inglaterra, siendo su símbolo el siguiente: £.

Los orígenes de libra esterlina se remontan al año 760 durante el reinado del rey Offa de Mercia quien introdujo la moneda de plata conocida como la libra Torre, cuyo uso se habría extendido rápidamente a través de los reinos anglosajones.

A lo largo de la historia, la libra esterlina ha tenido varios periodos, siendo su valor acuñado primero en relación a la plata, luego siguiendo al patrón oro, al marco alemán, e incluso al dólar estadounidense y a la Unión Europea. Sin embargo, actualmente, la libra esterlina no está fijada en función del euro.