Jerarquía
La jerarquía es una estructura en la que existe un orden ascendente y descendente. Este es determinado por el valor de los elementos o el poder que tienen unos sobre otros.
La jerarquía es entonces un esquema en el cual unas personas, objetos o entidades tienen mayor relevancia e injerencia sobre el resto, pudiendo existir distintas categorías en las cuales se pueden agrupar.
El concepto de jerarquía suele relacionarse con la forma en la que funcionan las comunidades. Así, estas pueden dividirse en distintos estratos sociales.
Se puede decir que a lo largo del tiempo lo que ha ido cambiando es el elemento determinante en el esquema jerárquico. En la antigüedad, lo era la divinidad, formándose sociedades teocráticas. Sin embargo, ahora se podría decir que el poder económico es el más predominante.
Vale mencionar que la jerarquía también se puede entender como el grupo de personas que pertenecen a la misma categoría dentro de una entidad. Es decir, el gerente de marketing y el gerente de recursos humanos de una empresa, por ejemplo, pertenecen a la misma jerarquía.
Jerarquía en empresas y entidades
La jerarquía, como queda claro en el ejemplo líneas arriba, puede ser aplicada para analizar la forma en la que funcionan las empresas. En ellas existe en esquema encabezado por la gerencia general y en cuyo último eslabón podrían considerarse a los empleados más dispensables.
Este sistema jerárquico en la compañía queda plasmado en el organigrama. Allí se explica la división e interconexión entre las distintas áreas y departamentos.
Cabe señalar que la academia ha cuestionado que las empresas funcionen bajo un esquema muy vertical, con jerarquías muy marcadas donde el empleado depende totalmente de su superior. Por el contrario, en un sistema más horizontal, los trabajadores podrían encontrar más libertad para actuar y para proponer ideas innovadoras.
Otro tipo de entidad en la se puede aplicar el concepto de jerarquía es el Gobierno. Así, suele estar en la cabeza el presidente o primer ministro, seguido por los ministros, cada uno de los cuales tendrá a cargo una entidad con su propio organigrama.
Como contraparte al Poder Ejecutivo, en una jerarquía similar (dependiendo del sistema político del país), tendremos al Poder Legislativo, representado en un Congreso con sus propias atribuciones.
Podemos además mencionar que ejemplos clásicos de instituciones con jerarquías muy marcadas son el ejército y la iglesia. En dichas entidades, los individuos dependen casi completamente de su superior jerárquico.