Inversiones estratégicas

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Las inversiones estratégicas son aquellas alineadas con la estrategia de la empresa. De ese modo, buscan lograr objetivos al mediano y largo plazo.

En otras palabras, las inversiones estratégicas son de suma importancia para las metas de la compañía. Así, la idea es que permitan la permanencia y consolidación de la firma en el mercado.

Cabe recordar que la estrategia de negocio o empresarial se puede definir como las acciones que tomará la organización con el propósito de lograr sus objetivos.

Ejemplos de inversiones estratégicas

Algunos ejemplos de inversiones estratégicas pueden ser las siguientes:

  • La adquisición o fusión con una empresa rival (integración horizontal) o con una firma que hasta el momento haya sido un proveedor o cliente (integración vertical).
  • Ingreso a un nuevo mercado.
  • Ampliar la cartera de productos que se ofrecen a los clientes, buscando diversificación.
  • Invertir en investigación y desarrollo con el objetivo de ofrecer a futuro un bien o servicio innovador en el mercado.
  • Adoptar una nueva tecnología o un nuevo sistema de distribución de las mercancías.
  • Utilizar una nueva materia prima en el proceso productivo.
  • Inversión en capital, como maquinaria y equipo diverso.
  • Decisiones de financiamiento a través de la emisión de bonos o acciones.

Dimensiones para analizar las dimensiones estratégicas

Para José Nicolás Marín y Werner Ketelhohn, en su libro «Inversiones estratégicas: Un enfoque multidimensional», existen cuatro dimensiones a evaluar en las inversiones estratégicas:

  • Dimensión estratégica: Si la inversión es congruente con la estrategia de la empresa. Por ejemplo, hay negocios que se fundan desde el principio con una mirada global. Entonces, tiene sentido que apuesten por la expansión a un nuevo mercado.
  • Dimensión financiera: Es necesario comprobar que los beneficios de la inversión serán mayores a los costes.
  • Dimensión del riesgo: Deben analizarse todos los escenarios que puede enfrentar la empresa, y no solo dos (éxito o fracaso), sino una mayor gama de posibilidades.
  • Dimensión política-económica: La empresa debe tomar en consideración las decisiones políticas que puedan afectar su proyecto. Por ejemplo, es importante saber si un nuevo gobierno puede cambiar la política comercial e imponer restricciones a las exportaciones.