Iniciativa privada

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La iniciativa privada, o iniciativa individual, es una de las leyes fundamentales en las que se basa el sistema capitalista. Se basa en el predominio del sector privado, así como del libre mercado, frente al sector público, así como al intervencionismo estatal.

La iniciativa privada o iniciativa individual, por tanto, se opone a la iniciativa pública. En otras palabras, defiende el libre mercado frente a la intervención estatal, el sector privado frente al sector público, así como la libre competencia frente al control de precios.

Y, en resumen, todo lo que tenga que ver con la intervención del Estado en la economía. Así pues, hablamos de lo que el economista escocés Adam Smith denominó como la mano invisible, así como la ley que defiende dicha teoría.

Conviene resaltar que esta iniciativa privada no solo está basada en el lucro. Sino que, como sabemos, también integra la iniciativa social. En este sentido, hablamos de iniciativas privadas que no persiguen la obtención de un beneficio. Es el caso de las organizaciones no gubernamentales, fundaciones, así como otras instituciones privadas de carácter social.

Características de la iniciativa privada

Entre las características que definen los principios que defiende la iniciativa privada, conviene resaltar los siguientes:

La iniciativa privada y el sistema capitalista

Así pues, como se ha dicho a lo largo del artículo, la iniciativa a privada forma parte de los principios que rigen el sistema capitalista.

Este sistema, como se define en Economipedia, defiende la propiedad privada, así como el libre mercado, frente a la propiedad pública y el intervencionismo estatal. Por ello, la iniciativa privada juega un papel determinante en el sistema capitalista, pues sin ella no existiría este sistema tal y como lo conocemos.

Ejemplos de iniciativa privada

Entre los ejemplos de iniciativa privada que pueden destacarse, conviene resaltar que muchos de estos nos resultarán familiares, pues incluso, muy probablemente, muchos lectores se encuentren empleados en lo que denominaríamos una iniciativa privada.

En este sentido, una empresa es un claro ejemplo de iniciativa privada. Un empresario, con su capital y sus conocimientos, pone en marcha una sociedad con el fin de desarrollar una actividad económica.

Otro ejemplo, también mencionado en el artículo, podría ser la puesta en marcha de una fundación. Que, con un fin social, se crea para, desde el sector privado, apoyar una determinada causa.

Así pues, por último, otro ejemplo de iniciativa privada podría ser un trabajador autónomo. Pues este, con sus conocimientos, desarrolla una actividad de forma privada.

En resumen, la iniciativa privada, al igual que la pública, está muy presente en nuestra vida. Cada empresa, cada trabajador autónomo, cada fundación o institución de carácter privado es producto de este principio capitalista.