Gestión de la tesorería
La gestión de la tesorería consiste en la correcta administración del efectivo y activos de similares características y funciones en la empresa.
En otras palabras, se trata de gestionar todo aquel activo que sea tan líquido como el efectivo y las distintas divisas depositidas en cuentas bancarias.
Importancia de la gestión de tesorería
La gestión de tesorería es de vital importancia a la hora de hacer frente a pagos a corto plazo, como pueden ser deudas o adquisición de mercaderías. Ambas partidas son importantes, puesto que la primera es necesaria para blindar nuestra reputación financiera, y la segunda es obligatoria si queremos que la empresa siga en funcionamiento.
La correcta gestión de la tesorería nos permitirá poder hacer frente a pagos de la empresa y a otras obligaciones sin necesidad de recurrir a la liquidación de otros activos a cambio de dinero.
Un ejemplo de la importancia que posee dicha gestión puede ser el surgimiento de una caída repentina del precio de una materia prima o componente que para nuestra empresa es de vital importancia a nivel operativo. Poder aprovechar estas situaciones de mercado a veces es cuestión de segundos, por lo que disfrutar de una buena gestión de la tesorería nos permite hacer frente tanto a pagos inesperados, como a posibles oportunidades de mercado.
Diferencias entre la gestión de tesorería, de liquidez y presupuestaria
Dichas gestiones son parecidas pero no realizan la misma actividad:
- Gestión de la tesorería. Se trata de optimizar y hacer eficiente el uso del dinero, ya sea en efectivo o vía cuenta bancaria y similares. Algunos ejemplos de esta gestión consisten en tener las divisas de la empresa en distintas monedas. Así dado el caso, poder realizar compras en otros países con mayor agilidad.
- Gestión de liquidez. Como hemos mencionado anteriormente, se encarga de administrar el conjunto de activos más cercanos en el tiempo a ser convertible en efectivo. Ejemplos son la deuda estatal o los derechos de cobro.
- Gestión presupuestaria. En este caso la diferencia es más visible. Esta gestión se encarga de adjudicar partidas presupuestarias a departamentos y proyectos determinados de la empresa. Un ejemplo son los conocidos presupuestos del Estado.
En resumen, podemos decir que las tres gestiones están relacionadas entre sí. Se necesitan las unas a las otras, ya que nuestro objetivo es conseguir una buena administración de los activos líquidos de la empresa, una gestión eficiente del dinero y una planificación eficaz del presupuesto.