Era digital
La era digital es aquella época que abarca el inicio, apogeo y culminación de la revolución digital e informática de finales del siglo XX e inicios del XXI.
Esta época viene dada por una serie de acontecimientos e hitos en materia de progreso tecnológico orientado a la informática y las herramientas digitales.
¿Qué es la era digital?
Si bien a lo largo de la historia de la humanidad las épocas y eras han estado marcadas por revoluciones tecnológicas (edad de bronce, edad de piedra…), la última era que ha marcado notablemente nuestra forma de vida es la edad moderna, en la que la Revolución Industrial tuvo un papel clave en el desarrollo de la economía y la sociedad tal y como se concibe.
Del mismo modo, se puede afirmar que la edad contemporánea tiene como principal acontecimiento o corriente la Revolución digital. Prueba de ello son la debacle de las General Motors o las grandes superficies dedicadas a fabricar y manufacturar. Ahora lo que más se cotiza a nivel bursátil, y es más relevante en materia de empleo, son las empresas y profesionales especializados en alguna rama digital como Apple, Nintendo o Alibaba.
Es decir, no es casualidad que un programador informático y un técnico en marketing digital sean profesiones en las que apenas exista paro o inactividad profesional. Por ello, la era digital trae consigo, además de una gran demanda de ciertas profesiones ya existentes, un gran abanico de nuevas profesiones que van a crearse a partir de esta era.
Prueba de ello es la aplicación de lo digital a casi todos y cada uno de los sectores de la economía, tales como el de la educación, la medicina, la ingeniería o el bancario, entre otros.
Factores clave en la era digital
En esta era en la que lo relacionado con lo informático es clave, las denominadas ‘nuevas tecnologías’ son un factor que en su conjunto aporta prácticamente todo el valor e innovación del sector digital. A continuación, destacamos las tecnologías que más impacto están teniendo:
- IoT: El factor ‘Internet’ es el que más ha influenciado esta era, siendo primordial en el desarrollo de la misma. Por tanto, el ‘Internet de las cosas’ o Internet of things posee un papel muy importante en el avance de la revolución digital.
- TIC: Las tecnologías aplicadas a la información y la comunicación favorecen la propagación de conocimiento y datos, lo que conlleva a incluir cada vez a más individuos en la revolución digital.
- Big data: El uso masivo de datos con ciertos fines y objetivos puede ser una de las herramientas que determine ciertos patrones de comportamiento no solo a nivel social, ya que puede ser aplicado prácticamente en cualquier campo.
- IA: Por último, la inteligencia artificial es el paso casi final de la era digital. Combina el uso de Internet, la información y la comunicación en base a un volumen de datos masivo y, con todos estos ingredientes, surge un intento de imitación de un comportamiento razonado y, por ende, parecido al humano.
Luego, si tenemos en cuenta que el desarrollo de herramientas y sus formas de uso en el entorno digital no tiene prácticamente un número limitado de aplicaciones, es posible que en el futuro surjan nuevo procesos y corrientes digitales que sustituyan a nivel de importancia las que acabamos de exponer.
Ejemplos de productos y servicios digitales
Algunos de los productos y, sobre todo, servicios que han sido potenciados, o en su caso sustituidos, por el auge de lo digital son:
- Videoclubs y plataformas de contenido online.
- Programas de televisión y canales de streaming.
- Discos de música y plataformas de música en línea.
En los tres casos vemos como en origen los videoclubs, programas de TV y discos de música han sido unos de los pilares de la industria del ocio y el entretenimiento a nivel audiovisual. Todo este orden cambió cuando la corriente digital empezó a tener tal fuerza, que incluso Blockbuster no pudo resistir el embiste de las Netflix o HBO.
Por otra parte, aunque los programas de TV no han desaparecido del mapa, se viene dando un declive más que notable en favor de los creadores de contenido de YouTube o Twitch.
Y, para terminar, la música ha sido, y sigue siendo, una de las industrias que más ha evolucionado y ha sabido adaptarse en este aspecto (digital). Por ello, las grandes productoras, aunque no han conseguido mantener el mercado que antes dominaban plenamente, han logrado,
En cambio, mimetizarse en un entorno que las ha asimilado como un agente más en el proceso tecnológico y digital.