Enriquecimiento

Es decir, el enriquecimiento se da cuando un individuo aumenta sus propiedades o su capital.

El enriquecimiento puede darse como consecuencia del éxito profesional o empresarial de la persona. Sin embargo, también puede ser producto del azar.

Por lo tanto, es válido afirmar, por ejemplo, que Juana Acevedo se enriqueció porque su restaurante se convirtió en un lugar reconocido por su buen servicio.

Pero también es válido la siguiente: Carlos se enriqueció luego de ganar la lotería nacional.

El enriquecimiento es ilícito cuando proviene de una actividad ilegal o delictiva. Por ejemplo, el tráfico de drogas ilegales.

Igualmente, suele hacerse referencia a enriquecimiento indebido cuando una persona que ocupa un cargo público saca provecho de esa posición para obtener un beneficio. Por ejemplo, puede ser que un ministro negocie con una empresa para, a cambio de un pago, favorecerle en un concurso público donde la firma ganadora desarrollará una obra de infraestructura bajo la modalidad de asociación público-privada.

Este tipo de enriquecimiento, vinculado a lo delictivo, trae como consecuencia normalmente un castigo, e inclusive una sanción penal. Todo, dependiendo de la legislación del país.

Cabe señalar que también existe el enriquecimiento injusto, que es un hecho reconocido por muchas legislaciones del mundo, como en España. Se refiere a que un sujeto ha aumentado su patrimonio a expensas del perjuicio de otro, pero sin una intencionalidad.

Es decir, una persona posee más riqueza, pero dicho incremento significa, a su vez, una afectación a otro, aunque sin existir una mala fe del beneficiado.

Imaginemos, por ejemplo, que Juan debe pagarle a Marcos unos 20 euros que este le prestó. Entonces, decide hacer una transferencia, pero escribe mal el número de cuenta bancaria y termina haciendo el depósito a Beatriz. Esta última se ha enriquecido injustamente.