Ejemplos de respeto

El respeto es un valor moral y el objetivo de su puesta en práctica es tratar o reconocer un objeto, persona, animal o acontecimiento con aprecio añadiéndole un valor positivo.

Este valor es uno de los más importantes que existen, además de ser de los más apreciados. Una persona respetuosa es alguien que a pesar de no estar de acuerdo con algo o con alguien, lo valora y respeta. Por ejemplo, un individuo puede ser de un partido político distinto al de otra persona, pero respeta la opinión de esta y la escucha.

Es importante que el respeto sea algo compartido y recíproco para generar una buena convivencia en sociedad.

Alguien que no es respetuoso con los demás, no tendrá en consideración sus opiniones, ni deseos en ningún momento.

Estos son algunos ejemplos destacados:

• Respeto propio: El respeto a uno mismo es lo primero que se debe tener y poner en práctica. Respetar los valores de uno mismo, nuestros defectos y compromisos nos ayudará a respetar a los demás partiendo de nuestra propia base.
• Respeto político: Existen distintas ideas políticas, así como partidos que las representan. No obstante, respetar la opinión de todas las orientaciones políticas de los ciudadanos será de gran ayuda para vivir en consonancia.
• Respeto a los animales: Es curioso que todavía en algunos estados los animales sean considerados objetos o cosas. Afortunadamente, esta mentalidad está cambiando y el respeto a los animales es fundamental para que no exista maltrato hacia ellos. Valorar otras alternativas que no invadan su vida, ni sean utilizados para fines mercantiles son los objetivos primordiales para garantizar su respeto.
• Respeto a la naturaleza: Respetar el medioambiente es clave para poder seguir viviendo en la Tierra. Valorar las plantas, prevenir la contaminación, cuidar del suelo o del agua es de vital importancia para garantizar los recursos necesarios que necesitan los seres vivos para el presente y el futuro.
• Respetar las leyes: Existen una serie de leyes y códigos aceptados socialmente y que son necesarios para poder vivir en comunidad de manera organizada y pacífica. Por este motivo, conocer las leyes que existen y respetarlas garantiza una convivencia respetuosa con la sociedad en general.
• Respeto a la libertad: La libertad es algo muy apreciado por el ser humano. Poner de manifiesto la opinión o los sentimientos propios o ajenos y que estos sean respetados ha de ser aceptado socialmente.
• Respeto a la diversidad: La sociedad está compuesta por personas que tienen opiniones propias, orientación política, creencias religiosas o pensamientos distintos. El respeto entre todos hará que se pueda vivir con coherencia independientemente de las ideas de cada individuo.
• Respeto por los demás: El respeto por todos los demás que nos rodean es vital. Independientemente de la edad, la cultura o el pensamiento, respetar al prójimo propiciará que no haya barreras ni muros entre las personas.