Efecto cobra
El efecto cobra es el que se produce cuando se aplica una política que, intentando dar solución a un determinado problema, tiene un efecto contrario al deseado. Es decir, un efecto que acaba empeorando la situación, respecto a la situación de partida.
El efecto cobra es un fenómeno imprevisto, una consecuencia imprevista, que se produce en la economía, o en la política, como consecuencia de la aplicación de una o varias políticas. Este concepto, es muy frecuente verlo en campos como la economía y la política.
En otras palabras, decimos que este efecto se da cuando, a la hora de combatir una situación o un desequilibrio, aplicamos políticas que, en su análisis, acaban teniendo un efecto contrario al deseado. De esta forma, generando que la situación final sea peor que la de partida.
Origen del efecto cobra
El origen del efecto cobra se remonta a la India colonial, cuando estos estaban bajo la dominación de Gran Bretaña. En esta tierra, dada la elevada presencia de cobras venenosas, considerada una plaga por los gobernantes, se puso en marcha una política mediante la cual, el Gobierno ofrecía una recompensa a todos aquellos ciudadanos que matasen una cobra. De esta forma, tratando que esta plaga, con la colaboración popular, fuese disminuyendo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los propios ciudadanos comenzaron a criar cobras en sus granjas. De esta forma, podían matarlas y ofrecerlas a cambio de la recompensa. Una técnica que fue interceptada por el Gobierno, que rápidamente canceló los programas. Dando lugar a que estos ciudadanos soltasen las cobras, que ya no valían nada, generando una mayor plaga, peor aún que al inicio.
Muy similar fue lo ocurrido en Vietnam, donde una política similar, pero con las ratas, produjo que la población fomentase la cria de ratas para, de esta forma, obtener mayores beneficios.
En 2001, un economista alemán, Horst Siebert, publicó un libro con el mismo nombre, donde habla de este efecto.
Características del efecto cobra
Ya que conocemos lo que es el efecto cobra, veamos sus principales características:
- Es un concepto muy utilizado en la economía y la política.
- Es una consecuencia de una o varias política determinada.
- Se produce cuando se trata de aplicar estímulos para corregir una situación que se encuentra en desequilibrio.
- Para considerarse «efecto cobra», los estímulos deben generar un efecto contrario al deseado.
- De esta forma, cuando se produce el efecto cobra, la situación final es peor que la situación de partida.
La ley de Campbell, la ley de Goodhart y la crítica de Lucas
Estas tres teorías, diseñadas por tres científicos, hacen referencia a esto que comentamos, siendo teorías elementales en campos como el de las ciencias sociales.
Así pues, la ley de Campbell, acuñada por el científico Donald T. Campbell, hace referencia a que, en la aplicación de políticas públicas, no es posible utilizar un mismo indicador social para asignar los recursos y aplicar políticas, a la vez que utilizamos el mismo indicador para medir el éxito de estas políticas. Esto se debe a que, debido a que el indicador queda sometido a mucha presión, existen riesgos de que este indicador se corrompa.
Muy similar es la ley de Goodhart, acuñada por el economista y asesor del Banco de Inglaterra Charles Goodhart. Esta ley se basó en la recuperación económica de Reino Unido a finales del 1992, la cual se produjo, de acuerdo con el autor, gracias a que la ley se cumplió, a la inversa. En este sentido, si la credibilidad económica de un determinado gobierno está dañada, los objetivos que este plantea quedan vistos como irrelevantes, por lo que los indicadores económicos recuperan su fiabilidad como guía para la aplicación de estas políticas.
Por último, la crítica de Lucas es una teoría diseñada por el economista Robert Lucas. Este macroeconomista llegó a la conclusión de que no se pueden predecir los efectos de una política económica con parámetros que no son estructurales, como las relaciones observadas en datos históricos agregados. De esta forma, concluye con una teoría muy similar a las anteriores, donde se muestra esa incapacidad; considerándose esta última como una de las críticas más válidas sobre cómo no formular modelos económicos.
A partir de estas tres teorías, el economista estadounidense Thomas Sowell acuñó una frase en la que expresaba lo siguientes:
«Debemos medir las políticas económicas por su impacto en la población, y no por la intencionalidad con la que fueron aplicadas».
Ejemplo del efecto cobra
Imaginemos un escenario en el que existe mucho empleo informal. Para acabar con este, el país aplica una serie de medidas, basadas todas ellas en el incremento de la regulación y el control estatal. El objetivo de este control y esta regulación es acabar con el empleo informal o, como poco, reducirlo. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta regulación empieza a generar un efecto contrario en los empresarios, que en lugar de reducir el empleo informal, sacan a más empleados de la formalidad económica, agravando la situación de partida.
Esta situación es un claro ejemplo de efecto cobra. La elección de estas políticas, así como su aplicación, han acabado teniendo un efecto contrario al deseado. De la misma forma que, como explicábamos en el ejemplo, se ha agravado la situación, respecto a la situación de partida.
Así pues, este concepto ha quedado para hacer referencia a aquellas situaciones en las que el estímulo aplicado por el Estado para hacer frente a una situación de malestar o desequilibrio, en lugar de corregirla, la empeora. Es decir, genera un efecto cobra, porque no genera el efecto deseado, sino el contrario.