Economía del conocimiento

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La economía del conocimiento, también denominada como knowledge economy, es un tipo de sector de la economía que trata de generar riqueza y valor utilizando la información y la transforma en conocimiento. 

La economía del conocimiento, en este sentido, hace referencia a sectores como la educación, la investigación y el desarrollo, el tratamiento de datos, la nanotecnología, así como a otros muchos sectores.

Así, la economía del conocimiento es una de las principales fuentes de valor añadido. Esto es debido a que esta no genera riqueza como tal, sino que aporta ventajas a otra serie de bienes y servicios que, a través de la economía del conocimiento, se ven mejorados y perfeccionados.

La economía del conocimiento, desde finales del siglo XX, ha presentado un mayor volumen de inversión que otros sectores.

¿Qué sectores integra la economía del conocimiento?

Dicha economía integra una serie de sectores que, debido a su actividad, forman parte de dicho sector económico. En este sentido, sectores que son muy vanguardistas, así como otros que son más tradicionales. Sin embargo, todos guardan relación en el sentido de que se encargan de transformar intangibles en tangibles.

En esta línea, los principales sectores que presenta dicho sector son:

  • Nanotecnología.
  • Tratamiento de datos.
  • Educación.
  • Investigación y desarrollo.
  • Industria aeroespacial.
  • Informática.
  • Robótica.
  • Telecomunicaciones.

Como vemos, hablamos de sectores que están muy relacionados con la tecnología.

Diferencias entre economía del conocimiento y economía naranja

La economía del conocimiento guarda una gran relación con la economía naranja. Así oues, nos referimos a dos conceptos que, en la práctica, pueden producirse de forma simultánea, aunque, técnicamente, representan cosas únicamente parecidas.

La economía naranja hace referencia a una economía cultural, donde las ideas se convierten en un tangible con valor añadido. En este sentido, la economía naranja se centra, tal y como indica el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en una economía que se centra, única y exclusivamente, en el sector cultural y creativo.

Sin embargo, la economía del conocimiento no solo abarca la economía naranja, sino que presenta otras muchas actividades que están muy integradas en la economía. En esta línea, nos estamos refiriendo a actividades que, como el tratamiento de datos, se convierten en una herramienta de gran utilidad. Así, podríamos decir que la economía naranja es parte de la economía del conocimiento, pues esta abarca todo ello.

Objetivos de la economía del conocimiento

Entre los objetivos que persigue la economía del conocimiento podemos destacar varios aspectos. Aspectos como la innovación, la mejora, la evolución, son algunos de estos objetivos que hacen de la economía del conocimiento un estudio muy necesario. Gracias a este sector económico, la economía ha ido pudiendo desarrollarse de forma constante. Estos sectores son sectores que están en continua evolución, por lo que los intangibles que extraen generan un valor añadido a la sociedad.

En esta línea, los smartphones, la inteligencia artificial, la robótica, todo lo relacionado con este aspecto, ha sido posible gracias a la economía del conocimiento. Si no es por la innovación que esta genera, muchos de los grandes avances que se han ido produciendo a lo largo de la historia no habrían sido posibles. Especialmente si tenemos en cuenta que la educación es uno de los sectores principales dentro de esta economía. Una educación que, de no haber contado con ella, no podríamos hablar de desarrollo humano.