Economía del Antiguo Egipto
La economía del Antiguo Egipto era ante todo una economía agrícola, que se veía fuertemente influida por los caudales del río Nilo. Por otra parte, la artesanía, el comercio y la ganadería, venían a complementar la economía de esta civilización.
La economía del Antiguo Egipto se desarrolló aproximadamente entre los años 1350 a.C. y 31 d.C.
La figura de máximo poder político, social y económico del Antiguo Egipto era el faraón. El resto de capas o estratos económicos y sociales en orden descendente era los siguientes: sacerdotes, escribas, comerciantes, artesanos y, por último, campesinos. Por otra parte, en tan antiquísima civilización, se reconocía el derecho a la propiedad, que precisamente venía avalado por la legislación y por la justicia.
Cabe señalar que buena parte de la actividad económica del Antiguo Egipto tenía lugar en torno al río Nilo. El agua de tan caudaloso río nutría los campos de cultivo, haciendo las tierras fértiles y facilitando el comercio y el transporte.
Medios de pago
Si bien en la civilización egipcia no existían monedas como medio de cambio, sí que se pagaban los salarios en especie. En otras palabras, el trabajo se pagaba en productos agrícolas que posteriormente podían consumirse o bien intercambiarse por otros bienes. No obstante, estos productos eran perecederos, por lo que, si se deseaba adquirir otros productos, lo mejor era intercambiarlos cuanto antes. Así, el grano, que era un producto más duradero y de sencillo almacenamiento, terminó por convertirse en una de las mercancías más valoradas.
Impuestos y administración
En cuanto a la organización territorial del Antiguo Egipto, hay que destacar que aquella civilización se distribuía en nomos. A la hora de recaudar impuestos, se recurría a una organización a través de fincas, siendo los propietarios los encargados del pago de los tributos, así como los artesanos, pescadores y cazadores.
Lo recaudado en impuestos se almacenaba en graneros y tesorerías. Quien no abonase los correspondientes impuestos se enfrentaba a la posibilidad de sufrir castigos físicos.
Para un correcto control de los impuestos, el faraón contaba con la figura del denominado tyaty o primer magistrado. También en línea con la administración egipcia, hay que resaltar que estaba muy centralizada e integrada por un potente cuerpo de escribas o funcionarios.
Pero, ¿y en qué gastaba la administración egipcia lo recaudado a través de impuestos? Pues bien, estos impuestos se destinaban a la construcción de obras tales como las tumbas reales.
En cuanto a la mano de obra que utilizaba la administración egipcia, se requería ocasionalmente a la población para tomar parte en la construcción de obras públicas y templos. No obstante, también existía la posibilidad de emplear a prisioneros de guerra para esta clase de trabajos.
El sistema económico egipcio
Como principal actividad económica de la civilización egipcia destacaba la agricultura. Las explotaciones agrícolas se encontraban en torno al río Nilo. Gracias a un sistema de canalización del agua era posible cultivar las tierras. De este modo, los principales cultivos eran los cereales y el lino. También en la agricultura egipcia tenía un gran peso el cultivo de hortalizas.
En relación con la producción agrícola y los intercambios comerciales, los egipcios se vieron favorecidos por un superávit en la producción de alimentos. Mientras desde Egipto se exportaban alimentos, las importaciones consistían en productos tales como el incienso y minerales como la plata y materias primas como la madera.
Tampoco hay que olvidar que, desde Egipto, se llevaron a cabo importantes expediciones para abastecerse de materias primas. Así, el país se abastecía de cobre y madera, que era muy necesaria para la construcción de grandes obras.
En cuanto al comercio, el Nilo contribuyó de manera determinante como vía fluvial para el intercambio de mercancías. Si bien el comercio exterior se desarrollaba gracias a los barcos que surcaban las aguas del Mediterráneo y del mar Rojo.
Respecto al comercio con artículos de lujo, cabe señalar que estaba conformado fundamentalmente por plantas, joyas, animales exóticos y esclavos.