Dirección administrativa

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La dirección administrativa es el conjunto de funciones existentes en una organización, que buscan la toma de decisiones y estrategias favorables para la misma.

En el ámbito empresarial y de la gestión de las organizaciones, la dirección administrativa comprende una fase vital para la empresa. Las funciones administrativas enfocadas a la toma de decisiones se engloban en la misma.

En ese sentido, este tipo de dirección supone la necesidad de concentrar, en una determinada estructura, la capacidad de liderar y gestionar el porvenir de una compañía.

Por ello, esta fase de gestión empresarial se basa en gran medida en la recopilación de información acerca del funcionamiento de una organización.

Al mismo tiempo, precisa datos de su entorno económico y la adaptabilidad de la empresa a este.

La valoración e interpretación de dicho material económico y coyuntural debe permitir al gestor la adopción de medidas y estrategias empresariales beneficiosas o de éxito.

A su vez, la dirección administrativa asume la labor de guiar y coordinar al resto de departamentos pertenecientes al organigrama de la sociedad en cuestión.

Rasgos principales de la dirección administrativa

Los procesos administrativos propios de la labor de dirección reúnen una serie de características fundamentales:

  • Responsabilidad: La dirección debe asumir las posibles consecuencias empresariales derivadas de la toma de decisiones inherente a su posición.
  • Capacitación gestora: Dentro de las funciones administrativas derivadas de la dirección, se presupone una determinada cualificación profesional para la gestión de equipos y un perfil usualmente directivo.
  • Liderazgo: La dirección administrativa exige valores de gestión y toma de decisiones centralizadas en figuras emprendedoras o líderes profesionales.
  • Visión estratégica: La dirección afronta el futuro de una corporación, buscando su supervivencia económica en su respectivo entorno, así como la consecución de beneficios económicos.

Funciones principales de la dirección administrativa

En el día a día de un gestor administrativo, existen algunas funciones destacadas:

  • Valoración de alternativas: Para la correcta toma de decisiones, la dirección valora alternativas o posibilidades empresariales distintas.
  • Identificación de oportunidades o imprevistos: Tanto para bien como para mal, los directores administrativos cuentan con la responsabilidad de anteponerse a imprevistos, así como de aprovechar oportunidades o posibles nichos de mercado.
  • Creación de estructuras y equipos: Mediante labores de reclutamiento, desde la dirección se crean estructuras de empresa adaptadas a las necesidades de la organización.
  • Habilidades comunicativas: En muchos casos, es la dirección la parte organizacional encargada de asumir labores de comunicación y traslado de datos o puntos de vista de una empresa. Así sucede al ser considerados como máximos responsables.

La dirección administrativa aplicada a la realidad

En el ámbito de la economía es posible localizar distintos ejemplos de dirección administrativa.

Estos dependerán del entorno que se observe, ya que son identificables tanto en sectores públicos como privados.

Ejemplo de ello sería la figura de un gestor administrativo común, cuyas funciones se identifican con las de esta etapa administrativa. Esto es extensible a otros conceptos como juntas directivas, consejos de administración o incluso la labor de un CEO.

Alternativamente, la dirección administrativa es aplicable a un contexto público en la figura de altos cargos de un estado. Ministerios, direcciones generales o incluso cúpulas de gobierno son susceptibles de valorarse de este prisma.