Diferencia entre actitud y aptitud en el trabajo

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La diferencia entre actitud y aptitud radica en que hablamos de comportamientos y capacidades respectivamente.

Muchas veces se suelen confundir estos dos conceptos porque además de escribirse de manera similar, también son importantes en el entorno empresarial.

Por ello, es fundamental tener claro lo que significa cada concepto, y en base a ello conocer las diferencias entre ambos.

Son tenidos muy en cuenta por las empresas, ya que la perfecta conjunción de ambas puede marcar la diferencia en el desarrollo de un trabajo por parte del usuario.

Cuando hablamos de una actitud hacemos referencia a la manera en la que afrontamos lo vivido en el aspecto laboral.

Mientras que si nos centramos en el término aptitud, tenemos en cuenta las habilidades que tiene esa persona que desarrolla el trabajo.

¿Qué es actitud y aptitud en el ámbito empresarial?

Esta es la definición de cada concepto:

  • Actitud. Es la manera en la que afrontamos, o respondemos ante lo que sucede en nuestra vida. En el ámbito empresarial, es la forma en la que gestionamos y actuamos ante lo que sucede en la empresa, en nuestro puesto de trabajo, cómo gestionamos las relaciones con los compañeros del negocio, y demás tareas relacionadas con la empresa en la que desarrollamos nuestro labor.
  • Aptitud. Se trata de la habilidad innata o natural que tenemos para desarrollar una tarea en concreto. Las aptitudes son muy valoradas por las empresas a la hora de escoger al personal para los puestos de trabajo vacantes. También es posible mejorar la aptitud a través del entrenamiento y la formación.

Tipos de actitudes

Estos son los principales tipos de actitud que existen en el trabajo, y también en la vida en general:

  • Actitudes positivas. Lo que se percibe y se interpreta de manera optimista, de forma positiva. La persona se centra en los aspectos más favorables de lo ocurrido y afronta la situación de manera más optimista. Por ejemplo, una persona es despedida. Este hecho puede ser negativo, pero la persona puede centrarse en que esto supone una forma de buscar un trabajo nuevo, abrir horizontes, y otras posibilidades nuevas, incluso poner en marcha el proyecto que tanto deseaba.
  • Actitudes negativas. Aquí se suele tener una visión pesimista de lo que está sucediendo, y la manera de afrontarlo es también negativa. El individuo se queda con todo lo malo de lo ocurrido, y no saca una lectura positiva del hecho que ha sucedido. Por ejemplo, en una reunión reconocen nuestro trabajo, pero nos hacen una mención para corregir y mejorar un pequeño detalle. La persona se queda solo con ese aviso, sin tener en cuenta todo lo favorable que se ha dicho sobre su trabajo.
  • Actitud neutra. No es habitual, pero es propia de aquellos que son más bien imparciales respecto a lo que sucede a su alrededor.

Tipos de aptitudes

Estas son las más requeridas por las empresas: trabajo en equipo, versatilidad, creatividad, liderazgo, seriedad, iniciativa, inteligencia emocional, empatía.

Tanto la aptitud como la actitud serán muy tenidas en cuenta por parte de una empresa con el objetivo de que la persona afronte de forma positiva lo que sucede, y además tenga habilidades que mejoren su trabajo al máximo.