Despacho a consumo

2 min

El despacho al consumo es un procedimiento administrativo que permite introducir mercaderías extranjeras en un país y ponerlas a disposición de los consumidores.

Este procedimiento administrativo confiere el estatuto aduanero de mercancía de la Unión a la carga proveniente de países externos. Al igual que el despacho a libre práctica, contempla las formalidades para la entrada y salida de mercancía.

Características del despacho a consumo

El despacho a consumo es el procedimiento aduanero que permite autorizar el consumo y utilización de la mercancía importada. Por tanto, previo a la autorización, el importador debe cancelar los derechos de aduana o garantía, pago de IVA y otros impuestos aplicables.

Asimismo, posterior al pago de cualquier multa que se haya podido generar en el proceso.

En este sentido, también, se denomina de esta forma, la mercancía en despacho a libre práctica, cuando llega al país de destino. Esto, una vez cancelados los impuestos internos de dicho país por parte del importador. Por consiguiente, el propietario ya puede realizar las actividades que considere con la mercancía legalmente importada.

Tipos de despacho a consumo

Algunos países tienen dos o más formas de realizar el despacho aduanero dependiendo del momento en el que se realiza. En este sentido, se tienen los siguientes grupos principales:

  • Anticipado: El despacho anticipado es cuándo el proceso de control de aduanas se realiza antes de que arribe la carga. Por tanto, este proceso aplica para las cargas de bajo riesgo que pasan por canal verde. Este es el caso de la mayoría de las mercancías.
  • Diferido: Este despacho es el que se realiza posterior a la llegada de la mercancía. Por tanto, aplica para canales naranja y rojo, que requieren de reconocimiento de documentos e inspección física, respectivamente.

Cabe destacar que los plazos y requisitos para realizar estos procesos dependen de la legislación de cada país.

Proceso de despacho a consumo

El despacho a consumo sigue el mismo proceso de una importación común. Por tanto, todo comienza con la remisión de la declaración de aduana.

Posteriormente, las autoridades realizan una evaluación de riesgo y determinan el canal por el cual se guiará el proceso. La mercancía puede permanecer en depósito temporal o ir directamente a los almacenes del propietario. La autoridad aduanera realiza la evaluación de riesgo y proceso de inspección si lo requiere.

Finalmente, se determinan los derechos de aduana, impuestos y multas si lo requiere. Concluido el proceso, el importador puede disponer de la mercancía.