Crecimiento cero de la población

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El crecimiento cero de la población es la situación demográfica en la que la población de un territorio determinado permanece constante durante un periodo de tiempo prolongado.

El crecimiento cero de la población, por tanto, es la situación demográfica en la que la población de un determinado territorio se muestra estancada durante un periodo de tiempo determinado.

Este estancamiento se debe a que las cifras de natalidad y mortalidad son muy similares, compensando así la cifra de nacidos con la cifra de fallecidos. Esta situación es muy habitual en los países desarrollados, pues los niveles de natalidad en estos tienden a ser más bajos.

Este concepto también se conoce por el término “población en equilibrio”.

¿Cuándo se produce una situación de crecimiento cero de la población?

Para que se de una situación de crecimiento cero de la población en un territorio, debemos tener en cuenta que la demografía de dicho territorio debe mantenerse constante. Es decir, que no crezca ni decrezca, sino que se mantenga estable o en equilibrio.

Para ello, el número de nacimientos más los inmigrantes que llegan al país debe ser igual al número de fallecidos más los emigrantes que salen del país. 

Población en equilibrio: Nacimientos + Inmigrantes = Defunciones + Emigrantes

Cuando esta ecuación se cumple, podríamos decir que se da una situación de población en equilibrio, ya que la población a la que hacemos referencia presenta un crecimiento cero.

Consecuencias o efectos del crecimiento cero de la población

Un crecimiento cero de la población, o una situación en la que la población se encuentra en equilibrio, trae consigo una serie de consecuencias de las que cabría destacar las siguientes:

  • Equilibrio constante de la demanda y oferta de bienes y servicios.
  • El nivel de vida se mantiene constante, ya que la población también lo hace.
  • No se producen desequilibrios inesperados en la economía.
  • La transición demográfica de la pirámide poblacional suele ser más ordenada.

Estas, entre otras consecuencias, son algunas de las que hay que destacar.

Medidas para lograr el crecimiento cero de la población

Lograr una población en equilibrio puede hacerse mediante la aplicación de determinadas políticas que traten de frenar, o incentivar, la natalidad para que esta se encuentre en equilibrio.

Para ello, se pueden aplicar las siguientes políticas, siendo el objetivo de estas el alcanzar una población en equilibrio:

  • Limitar o incentivar los nacimientos en un territorio determinado.
  • Limitar y controlar la entrada de inmigrantes en el país.
  • Controlar la emigración de personas al exterior.
  • Favorecer la esperanza de vida con políticas sanitarias.

Estas, entre otras, son algunas de las herramientas que puede utilizar un Gobierno para tratar de lograr una población en equilibrio.