Contingencia

Es decir, una contingencia es un hecho que, al materializarse, podría mejorar o empeorar el resultado de la compañía.

Nos referimos con contingencia, por ejemplo, a una deuda que aún no existe. Sin embargo, bajo ciertas condiciones se podría exigir su cumplimiento.

Cabe señalar que es importante que la firma, como veremos más adelante, genere las provisiones respectivas frente a contingencias que pudieran ser negativas.

Un activo contingente es aquel que no se ha materializado aún para la empresa, pero que tiene alguna probabilidad de ingresar a los estados financieros de la firma.

Por ejemplo, imaginemos que una empresa se encuentra en un proceso legal donde ha demandado a una firma por competencia desleal por una publicidad agresiva donde consideran que se les ha difamado. Entonces para el demandante, es muy probable que las autoridades resuelvan a su favor, por lo que recibirían una compensación. Este sería un activo contingente

Asimismo, para el demandado podría tratarse de un pasivo contingente, que podría materializarse en una cuenta por pagar.

En casos como el mostrado no se registra un activo o pasivo (contingente) como tal en los estados financieros, porque aún no existen. Sin embargo, si se puede generar una provisión.

Continuando con el ejemplo anterior, supongamos que la demanda es de un millón de euros. Entonces, el demandado registraría los siguientes asientos contables (los números de cada cuenta son según el plan general contable):

68. Valoración y deterioro de activos provisiones (gasto) 1.000.000

48. Provisiones (pasivo) 1.000.000

Cabe remarcar que para el registro de estas provisiones su monto debe ser estimable de forma fiable. Además, debe ser probable que la firma tenga que desprenderse de recursos económicos para cumplir con dicha obligación.

Asimismo, en el caso de los activos contingentes, estos simplemente se reconocen cuando se materializan.