Contaminación del agua

Se caracteriza por la modificación de la composición natural del agua por agentes externos. Estos agentes la imposibilitan como medio para ser habitada por especies animales y vegetales, así como para la vida humana.

El agua es un recurso vital para la vida de todos los ecosistemas del planeta, por ende los seres vivos dependen de la misma.

Dado que gran parte de los seres vivos en el planeta requieren del agua dulce para su subsistencia y ésta es un recurso limitado, es necesario considerarla como un recurso de gran valor.

Ahora bien, hablando de manera específica, una aceptable calidad del agua para consumo humano es prioritario para atender a sus necesidades básicas, tanto para la ingesta como para aportar los nutrientes y sustento del alimento plantas y animales que a su vez le sirven de alimento, así como para el uso sanitario.

Al conocer los hábitos de consumo de las sociedades en el planeta, su distribución que presenta variaciones constantes, así como las características demográficas, será posible tomar decisiones para reducir la contaminación del agua, propiciar un consumo responsable del vital líquido, amortiguar el riesgo de agotamiento y contribuir a la labor de las plantas de tratamiento de agua.

Es por lo antes mencionado que asegurar el acceso a agua potable y/o de calidad controlada es fundamental para el desarrollo económico de las naciones por lo tanto es una prioridad y parte importante de la agenda internacional. Es en ese sentido que medir y controlar la calidad del agua es fundamental para la vida en el planeta.

Existen varios agentes contaminantes y dependiendo de su fuente, diferente será el tratamiento que puede darse. Se nombran a continuación algunos de ellos, por lo nocivo de sus efectos.

• Pesticidas usados en la agricultura: Uso de productos químicos para eliminar insectos, roedores u hogos que depredan los cultivos. Lo que se filtra en el subsuelo, llega a los mantos acuíferos.
• Pesticidas usados en la agricultura: Uso de productos químicos para eliminar insectos, roedores u hogos que depredan los cultivos. Lo que se filtra en el subsuelo, llega a los mantos acuíferos.
• Desechos industriales: Los residuos químicos que se vierten en ríos, lagos, mares.
• Incremento de temperatura: Cuando se vierten residuos en medios hídricos cuya temperatura distinta a la que tiene de manera natural, afecta negativamente a los ecosistemas de la misma por la reducción de oxígeno, la muerte de organismos y microorganismos que habitan en los mantos acuíferos.
• Derrames petroleros: Vertidos de petróleo ya sea por accidentes en la transportación de este en el mar o por fugas o filtración de productos como gasolina que se almacena en tanques subterráneos.
• Deforestación: La tala de árboles influye en una menor filtración de agua en el subsuelo, con la consecuente aparición de sedimentos y bacterias que la contaminan.
• Inadecuada gestión de saneamiento: El uso del recurso sin una administración adecuada genera, por ejemplo, que en muchas zonas de países en desarrollo las personas carezcan de letrinas o baños. Por lo que el defecar al aire libre genera contaminación de agua subterránea, ya que las aguas residuales terminan contaminando ríos, lagos y mares. Así mismo existe un desperdicio importante de este recurso atribuido a las fugas en los hogares y en la infraestructura en la distribución y suministro del mismo.

Dadas las características e importancia para la vida de este recurso natural, la calidad de este recurso puede medirse mediante varios factores. A continuación, los más destacados y de sencillo seguimiento.

• Turbidez: Presencia de partículas contaminantes en el agua que le dan un aspecto turbulento, nebuloso. Lo cual se mide en unidad nefelométrica de turbidez.
• Presencia residual de cloro: Se da cuando el cloro que es un elemento químico utilizado para desinfectar superficies, frutas, vegetales o incluso el agua se encuentra presente y de acuerdo a la concentración, produce olor y sabor en al agua. Para medir la concentración, se puede acudir al de Dietil parafenil diamina. Se coloca una tableta de reactivo en una muestra de agua, y dependiendo de la intensidad del color con el que se tiñe el agua se puede conocer el grado de concentración, ya que se compara con una tabla de colores estándar.
• Coliformes: Son microorganismos de la familia de las Enterobacterias, habitan en el tracto intestinal de animales de sangre caliente, por lo que su presencia en el agua muestra una contaminación de tipo microbiana. Se puede detectar con la ayuda del Parámetro de Unidades de Observación Límite de Detección, en el cual se establece no debe encontrarse una unidad formadora en una muestra de 100 ml de agua.
• Temperatura: Es el grado de calor en el que se encuentra el agua. La temperatura del agua tiene una relación con su PH y con la conductividad. Para medir la temperatura del agua se requiere de uso de un termómetro.
• Conductividad: Es la propiedad que tiene el agua para transmitir el calor o la electricidad. Para medirlo se utiliza la Unidad en el Sistema Internacional: Siemens por metro.
• PH: Mide el grado de acidez o la alcalinidad que tiene el agua. La escala va de 0 a 14. La manera de medirla es muy similar a la presencia del cloro porque de igual forma se sumerge el reactivo en el agua y se cuenta con una tabla de colores estándar que se puede traducir en la escala de valores numéricos. Si la prueba muestra que el agua se encuentra entre 0 y 7 entonces se puede decir que el agua es ácida, pero si se encuentra entre 7 y 14 entonces el agua es alcalina.

Existen más de 315 Normas Internacionales que establecen parámetros para el tratamiento y reutilización del agua. A continuación, algunos ejemplos.

La Organización Internacional de Normalización (ISO por sus siglas en inglés), establece lo diferentes normas:

• Número: 5667 la “Orientación sobre el diseño de programas de muestreo y técnicas de muestreo“. 
• En la Número 5668: “Corrosión de metales y aleaciones – Directrices para las pruebas de corrosión en un entorno simulado de aguas profundas”.
• En la Número 24516-3 sobre las “Redes de captación de aguas residuales”.

Cientos de miles de personas se ven en la imperiosa necesidad de beber agua contaminada todos los días, porque no tienen otra opción. Lo que lo que genera enfermedades como diarrea, disentería, paludismo, cólera, esquistomatosis, fiebre tifoidea, tifus, tracoma, arsenicosis, dengue, botulismo, malaria, etc. Las cuales, en casos graves, les puede causar la muerte. Incluso hay personas que no tienen acceso a la misma. Existen planicies en el planeta en las que no hay acceso al agua para cultivo y dependen de la temporada de lluvia. Por lo que las sequías amenazan su seguridad alimentaria.

En algunos casos las personas migran por esta causa, lo que genera sobrepoblación en otras zonas con los subsecuentes efectos económicos, políticos y sociales que esto representa.

Por esta causa, muchos gobiernos están estableciendo acciones para atender este tema y los esfuerzos internacionales se han estado enfocando en ello y es que además del establecimiento de ISOs, existen indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por su parte la Organización para las Naciones Unidas (ONU) ha delineado objetivos a cumplir en 2030 para comprometer a los países a abordar estos temas y tomar decisiones apremiantes como los considerados en:

• Objetivo 2. Hambre cero (ODS)
• Objetivo 6. Agua limpia y saneamiento (ODS)
• Objetivo 11. Ciudades y comunidades sostenibles (ODS)
• Objetivo 12. Producción y consumo responsables (ODS)
• Objetivo 14. Vida submarina (ODS)

Todos podemos hacer algo para reducir la contaminación del agua.