Consumo privado
Se habla de consumo privado a la hora de referirnos al gasto realizado por organizaciones, empresas, familias e individuos en un periodo de tiempo determinado y con el fin de satisfacer sus necesidades en forma de diferentes bienes y servicios del mercado.
El consumo privado es una variable especialmente importante en el estudio macroeconómico y mide el valor total en un periodo de los bienes y servicios que los hogares, empresas o instituciones privadas adquieren dentro de sus correspondientes actividades económicas.
Al mismo tiempo, la propia definición de consumo establece que este gasto es realizado en bienes finales y no en aquellos dirigidos a la producción de otros (lo que podría considerarse como inversión, por ejemplo).
Junto al consumo público, conforma el gasto total de un país. Dependiendo de la proporción existente entre el consumo privado y el público, es posible adquirir una cierta imagen sobre el carácter intervencionista o no de una economía en particular, siendo mucho más intervencionista cuanto menor sea el consumo privado, y viceversa.
Dentro de la demanda agregada de una nación, el consumo privado es el componente o la variable de mayor importancia y tamaño, especialmente, si el país es considerado como desarrollado o avanzado. Lo podemos ver en la fórmula de cálculo del producto interior bruto (PIB).
PIB = C + I + G + X – M
Donde:
- C = El consumo privado.
- I = La inversión.
- G = El gasto público.
- X = Las exportaciones.
- M = Las importaciones.
Es necesario hacer una distinción entre el consumo privado interior y el consumo privado nacional. Así, dependiendo de la procedencia de los bienes o servicios demandados, nos encontraríamos ante uno u otro.
El consumo interior incluye aquellos bienes producidos en el mismo país (sea cual sea la nacionalidad del consumidor). En tanto, el consumo nacional es realizado por los residentes del país, independiente del origen del bien.
Principales componentes del consumo privado
Los principales componentes del consumo privado son:
- Renta disponible: Relacionada directamente con el consumo final. Así, cuanto más altas sean las rentas disponibles, mayores posibilidades de consumo tendrán las empresas o las familias.
- Renta permanente: Es una especie de promedio del gasto o consumo que realiza un hogar o una sociedad mercantil dentro de un periodo normal de actividad económica. Es decir, no se tienen en cuenta posibles gastos imprevistos.
- Hipótesis del ciclo vital: Suele considerarse que existe una conducta por la cual los individuos emprenden acciones de ahorro de cara al futuro. Esto supone un control en el consumo actual o presente con previsión de realizarlo en el futuro.
- Efecto-riqueza: Indica que la renta obtenida por medio de los salarios en un periodo de tiempo no es determinante a la hora de consumir. Esto se produce porque también se tienen en cuenta aquellas riquezas ya poseídas o conseguidas con anterioridad.
Existen a su vez otras variables que influyen notablemente en el comportamiento de las personas en lo que se refiere a sus decisiones de consumo. Nos referimos, por ejemplo, a las previsiones económicas, las expectativas inflacionistas, los datos de empleo de su país o las posibilidades de financiación a las que puedan acceder (especialmente si el bien por adquirir es de alto valor). Es decir, la confianza es un elemento clave para el consumo privado.