Concentración empresarial vertical

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La concentración de empresarial vertical es la unión de dos o más empresas dedicadas al mismo sector, pero situadas en distintas fases de la producción.

Dicho de otro modo, concentración empresarial vertical se trata de un grupo de empresas que se encargan de las diferentes fases de producción de un mismo producto o servicio final y que se encuentran dirigidas por la misma directiva.

Por ejemplo, una empresa que produce zapatos, otra que se encarga de transportar zapatos y finalmente una zapatería. La concentración vertical sería alguna unión entre estas tres empresas.

¿Para qué sirve la concentración empresarial vertical?

Explicado de una manera más clara, para producir un producto es necesario que este pase por varias fases: la obtención de materias primas, la transformación de estas, el envasado, la promoción, etc.

En muchos casos, las empresas se encargan únicamente de una de estas fases, y compran y venden el producto a proveedores y clientes. Pero existe también la opción de que esta empresa esté unida a su empresa proveedora y/o a su empresa cliente, lo cual le favorece en muchos aspectos como pueden ser el ahorro en costes intermediarios, el aumento del poder de negociación, las barreras de entrada a las que se enfrenta la competencia, el total control del producto en cuestión, etc.

Ejemplo de concentración empresarial vertical

Imaginemos que Enropados S.L. es una empresa textil que se dedica a la producción de camisas y pantalones.

  • Se trataría de concentración vertical, si Enropados S.L. estuviera unida a la empresa que le suministra las telas, cremalleras, corchetes, etc, llamémosle Telarius S.L.
  • unida también a Diseñs S.L. empresa dedicada a crear los diseños y patrones de cada pieza,
  • y unida también a la empresa Itaca S.L. encargada de vender todos los productos creados por Enropados S.L.
  • y por último está Publiclothes S.L. encargada de la publicidad y promoción de todos los productos producidos por todas estas empresas.

En este caso, varias empresas dedicadas al sector textil trabajan juntas, cada una pertenece a una fase productiva distinta y suministra el producto a la siguiente fase. De este modo, es posible controlar todos los márgenes y fijar el precio que mejor funciona en cada momento.