Bien complementario

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Un bien complementario es aquel que se debe utilizar conjuntamente con otro para poder satisfacer la demanda del consumidor.

Es decir, dos (o más) bienes complementarios son capaces de cubrir una necesidad de manera conjunta. Pero por separado no generan la misma utilidad (incluso esta puede ser nula).

Cabe mencionar que la proporción en que se deben utilizar los bienes complementarios no es necesariamente uno a uno (1:1), sino que puede variar según cada caso.

Ejemplo de bien complementario

Un ejemplo común de bienes complementarios es la maquina impresora y la tinta que requiere para funcionar.

Otro ejemplo es el café y el azúcar. La gran mayoría de las personas no disfruta de un café sólo (sin nada), sino que desea endulzarlo.

Características de los bienes complementarios

Los bienes complementarios tienen una demanda relacionada entre sí. Entonces, cuando un consumidor desea adquirir uno de los productos, debe considerar además la compra de su complemento.

Dado lo anterior, si aumenta el precio de una mercancía, la demanda de su bien complementario caerá. Es decir, si sube la cotización del café, la gente comprará menos azúcar.

En términos económicos, lo anterior significa que los productos complementarios tienen una elasticidad de demanda cruzada negativa.

La elasticidad de demanda cruzada se expresa matemáticamente así:

Donde:

exy: Elasticidad cruzada de los bienes X e Y.

Qx: Cantidad demandada del bien X

Py: Precio del bien Y

Cuando las mercancías se complementan,  exy< 0. Lo contrario sucede en el caso de los bienes sustitutivos (los que pueden reemplazar a otros).

Grado de complementariedad de los bienes

Dos o más bienes pueden ser complementarios en diverso grado. Cuando son complementarios perfectos, se deben consumir en proporciones fijas y uno no entrega utilidad sin el otro. Este es el caso, por ejemplo, del calzado, donde zapatilla izquierda no sirve de nada sin la derecha.

No obstante, también existen grados de complementariedad más suaves. Por ejemplo, el pan y la mantequilla. Usualmente no se consumen en proporciones fijas y el pan por si solo puede entregar utilidad al consumidor.

Gráficamente, los bienes que son complementos perfectos (X1 y X2) se representan de la siguiente forma:

Como observamos en el gráfico de arriba, el usuario solo obtiene satisfacción cuando consume ambos bienes en proporciones fijas. Entonces, si se le da solo una unidad adicional del producto sin su complemento, la utilidad agregada es cero.

Además, otro punto a destacar en la imagen es que a medida que el usuario consume más unidades de ambos bienes complementarios, mayor utilidad obtiene (subiendo por la recta de 45º).