Barato

El término barato tiene un componente subjetivo, ya que considerar algo barato no es percibido por todos de la misma forma. Por ejemplo, para un usuario puede resultar barato un vuelo a París, pero en cambio para otros suponer un alto coste. Las opiniones suelen variar dependiendo de cada usuario.

Si bien es cierto que para determinar si algo es barato o no, también es necesario hacer una comparación con algún objeto similar. Un ejemplo de estas comparativas sería la siguiente: ayer vi unas gafas de sol más baratas en la tienda de la esquina.

Lo habitual es indicar que algo es barato si se ha comparado con otro objeto. Por ejemplo, decir que un coche que cuesta 6.000 euros es barato, es posible, pero se tendrá una perspectiva más adecuada si se compara con otro similar de su categoría. Quizá sirva esa comparación para adivinar que no era tan barato como se pensaba inicialmente, o bien si lo es, teniendo en cuenta el precio y las características del otro coche.

Barato también tiene una serie de sinónimos que se suelen utilizar para determinar que algo tiene un bajo precio, entre ellos los más habituales son: económico, ganga, saldo, rebajado, entre otros.

Lo contrario de barato, es caro, por lo que las diferencias principales entre ambos conceptos, son las siguientes:

• Barato. Se considera barato un objeto, o servicio cuando tiene un precio bajo en comparación con otros de su misma categoría. A veces, el término barato se asocia a baja calidad, aunque no tiene porque ser real.
• Caro. Es lo contrario, se considera que algo es caro cuando su precio es realmente alto. Siempre desde el punto de vista comparativo. Podemos pensar que un objeto es caro a primera vista, pero tras compararlo con otros similares percibir que realmente no lo es, que es barato, o que realmente es más caro y estábamos en lo cierto.