Auditoría administrativa
Una auditoría administrativa es aquella que se encarga de examinar la gestión y organización de una entidad pública o privada. Esto, analizando particularmente el desempeño de la alta dirección.
Es decir, la auditoría administrativa se centra principalmente en el capital humano, analizando los resultados y en si se están utilizando los recursos de una forma correcta. En este sentido, se mira más hacia los puestos y mandos directivos que a la propia plantilla.
Características de la auditoría administrativa
Las auditorías de carácter administrativo se caracterizan principalmente por investigar la estructura y forma de organizarse de una entidad. Con este análisis, se pretenden identificar puntos débiles, fallos en procesos y vicios recurrentes que puedan darse durante la actividad de la empresa o entidad.
Asimismo, las auditorías administrativas pueden darse, por una parte, de una forma analítica, y por otra, de una forma funcional.
Por un lado, en lo que se refiere a la forma analítica, consiste en el estudio y comprensión de las políticas de actuación, procesos, dinámicas administrativas y directivas de la entidad. Por otro lado, la forma funcional se enfoca más en la puesta en marcha y la administración de los puestos y mandos con cierta responsabilidad.
Cabe destacar que, para realizar una auditoría administrativa completa, se deben llevar a cabo ambos tipos, la funcional y la analítica, para así poder evaluar, por un lado, si los dirigentes son los adecuados, y por otro, para examinar si la estrategia se ejecuta de una forma eficiente y eficaz.
Metodología de una auditoría administrativa
En lo que respecta a la metodología en la auditoría administrativa, como otros tipos de auditoría, se debe llevar a cabo por fases:
- Planificación.
- Extracción y tratamiento de datos.
- Análisis y evaluación.
- Conclusión.
Aunque estas fases suelen darse en común con otras clases de auditorías, la parte que más importancia posee en este caso, la de la auditoría administrativa, es la conclusión. Esto es debido a que en esta fase se incluyen, o al menos se deberían incluir en teoría, un paquete de medidas y mejoras para que la organización corrija y perfeccione los puntos débiles encontrados.
Ejemplos de posibles usos de una auditoría administrativa
Algunos casos en los que se puede dar una auditoría administrativa dentro de un marco habitual son:
- Valoración de una directiva para determinar si va a haber rotación o no.
- Transición y cambio de órgano directivo en una empresa o entidad.
- Evaluación a nivel externo de una empresa antes de ser adquirida o absorbida por otra.
Aunque estos son algunos de los ejemplos en los que una auditoría administrativa puede tener una especial relevancia, sí que es verdad que en tales casos la auditoría administrativa suele formar parte de una auditoría integral en la que se analizarían más aspectos, tales como el financiero, logístico o informático.